Hay muchos motivos que convierten a la natación en uno de los deportes más duros, exigentes, sacrificados e ingratos. Requiere un esfuerzo ímprobo. Conlleva una exigencia brutal. Y, al ser una modalidad universal y muy extendida, la competencia es feroz. A todo ello, hay que añadir las escasas opciones de las que disponen los nadadores a la hora de clasificarse para las grandes competiciones internacionales. Los billetes para los Campeonatos de Europa o del Mundo están muy caros. En este año 2023, los deportistas españoles solo disfrutan de dos oportunidades para llegar al Campeonato del Mundo absoluto (del 14 al 30 de julio en Japón) y al Campeonato de Europa sub-23 (evento de nueva creación y que va a disputarse en Dublín del 11 al 13 de agosto). La primera ventana, el Open de primavera, ya se celebró a finales de marzo en Mallorca. La segunda llega ahora con el Trofeu Mare Nostrum, evento que se disputa en Barcelona los días 17 y 18 de mayo.
Hace ahora casi dos meses, en el Open de primavera de Mallorca, sólo Ángela Martínez Guillén hizo los deberes a título individual. La excelente nadadora ilicitana, de 19 años, se aseguró su presencia en el Campeonato del Mundo absoluto gracias a su victoria, y a su espectacular crono de 8:29:08, en los 800m libres. Para su desgracia, dos días después, una fuerte indisposición le impidió afrontar en plenitud su prueba fetiche y favorita, los 1.500m libres. Por tanto, para poder nadar esta distancia en el Mundial de Fukuoka, ha de hacer la mínima exigida (16:13:94) en este Trofeo Mare Nostrum de Barcelona. No es éste el único reto que afronta, de forma inminente, Ángela. Este próximo fin de semana, disputa en Italia una Copa del Mundo clasificatoria para las pruebas de aguas abiertas en el certamen universal de Fukuoka. Para conseguir tal objetivo, ha de ser la primera española. Es decir, ha de quedar por delante de la malagueña María de Valdés.
Quien se juega a una sola corta su presencia en el Campeonato del Mundo de este próximo verano es Lidón Muñoz del Campo. La nadadora castellonense, de 27 años, ha de mejorar sensiblemente lo ofrecido en el Open de primavera. Hace un mes, en Mallorca, nadó los 50m libres en 25:59, lejos de los 25:17 que se piden para estar en Japón durante el mes de julio. Siendo un objetivo complicadísimo, siempre hay que confiar en el carácter competitivo de Lidón. Además, antes del Open, la deportista FER ya advirtió de que sus opciones para conseguir la marca exigida pasaban por el Trofeo Mare Nostrum. También en la competición absoluta estará Alba Herrero, quien afronta esta cita de Barcelona como una especie de ensayo de cara al Mundial de Fukuoka. La ilicitana ya ha sido confirmada como una de las componentes del cuarteto español en el relevo 4 x 200m libres. En su caso, las opciones de conseguir la mínima individual en los 200m libres son escasas. No obstante, Alba debutará en un Campeonato del Mundo absoluto.
El Trofeo Mare Nostrum de Barcelona también es clasificatorio para el Campeonato de Europa sub-23, certamen que nace en este 2023 y que es la principal aspiración de Pedro Sánchez Castillo y de Nacho Campos Beas. El primero (Pilar de la Horadada, 20 años) se quedó en Mallorca a sólo 13 centésimas del pasaporte continental. Pedro nadó los 200m espalda en 2:00:35. La mínima exigida es 2:00:22. Es decir, el acceso al Europeo sub-23 de Dublín no es imposible. Por último, Nacho (Castellón, 19 años) lo tiene difícil, pero se muestra esperanzado porque en Mallorca no pudo desplegar todo su potencial al sufrir, pocos días antes, un proceso gripal. El castellonense deberá cubrir los 100m libres en menos de 49:52.