Por resultados, el tiempo lo dirá. Por sacrificio, deseo y entrega, el billete olímpico sería más que merecido. La judoka Laura Gómez es una de las deportistas FER que ejemplifica a la perfección la dureza y exigencia del camino que conduce hacia los Juegos Olímpicos de Rio. La deportista valenciana lleva un año 2015 de auténtico vértigo. Su calendario apenas ha ofrecido tregua. Sin embargo, no es comparable a lo que le depara la agenda en octubre. Un mes de auténtico infarto en el que va a enlazar tres pruebas sin solución de continuidad. Y todo por conseguir ese sueño revestido de obsesión y desafío personal de estar el próximo verano en Rio 2016.
La particular montaña rusa de Laura Gómez durante octubre se inicia este jueves, día 1, con la disputa del Grand Prix de Uzbekistán. A mitad de mes, llegará el Grand Slam de París; y a finales, el Grand Slam de Abu Dabi. En juego, unos valiosísimos puntos para asegurarse una plaza en los Juegos de Rio, un objetivo que la deportista FER tiene al alcance, pero que, al mismo tiempo, cotiza al alza. Es feroz la igualdad y la competencia entre las judokas que viven en la frontera entre la clasificación o la ausencia de los Juegos. Por ello, cualquier combate puede resultar determinante. Para bien o para mal. Ahora mismo, Laura iría a Rio. Figuraría entre las catorce elegidas en su categoría de peso corporal. Pero el hilo que separa el estar dentro del quedarse fuera es fino. Muy fino.
Pero el carrusel no acaba en octubre. Antes de la conclusión de 2015, la judoka FER todavía afrontará otros dos certámenes: en noviembre viajará a China para disputar el Grand Prix de Quingdao, y en diciembre estará presente en el Grand Slam de Paris. Laura ha preparado esta avalancha de pruebas en Japón, donde ha estado concentrada durante casi todo el mes de septiembre. Está deseosa por volver al tatami en una competición oficial. Las prematuras derrotas en las dos grandes citas del año, los Juegos Europeos de Bakú y el Campeonato del Mundo de Kazajistán, supusieron sendos reveses difíciles de digerir para una deportista ambiciosa y exigente como la valenciana. Además, fueron dos oportunidades perdidas de apuntalar su candidatura olímpica.
“Estoy ansiosa por volver a competir, me encuentro en un buen momento, tengo buenas sensaciones y sé que, más pronto que tarde, llegará un buen resultado”, apunta una Laura Gómez que ha ocupado el podio en dos ocasiones durante este 2015: sendos bronces en los Grand Prix de Georgia (en marzo) y Hungría (junio). Cuando empiece el año 2016, el año olímpico, todavía quedarán 5 torneos más hasta que llegue el mes de abril y se conozcan las y los judokas que definitivamente se clasifican para los Juegos de Rio. La deportista FER se encuentra en plena aventura. Y está poniendo todo de su parte para que el final sea feliz. Este mes de octubre se presenta decisivo.