Los tres protagonistas del siguiente relato se adentran en unas semanas que les pueden marcar para siempre. Aunque son deportistas de élite y ejercen de auténticos baluartes en la modalidad que practican, sus nombres resultan más bien anónimos para el gran público. Ahora bien, su poca visibilidad social puede pasar a la historia en pocos días. Su notoriedad crecerá como la espuma si son capaces de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Rio 2016 con la selección nacional rugby 7. Son César Sempere, Matías Tudela y Javier Mario Carrión. Los tres deportistas pertenecen al Proyecto FER. Y todos ellos, con independencia de su juventud o experiencia, afrontan uno de los momentos más importantes de sus carreras deportivas.
El rugby 7, una explosiva y espectacular versión del rugby 15, estrena su condición de deporte olímpico en los Juegos de Rio. Su cuota de representantes en el Proyecto FER se ha ampliado considerablemente para la edición de 2016. El pionero fue César Sempere, de 32 años y nacido en Villajoyosa. Su estela la han seguido este año Matías Tudela (Valencia, 06/10/1984) y Javier Mario Carrión, deportista nacido en el año 1990 en la población valenciana de Godella, aunque residente en Alicante. Los tres forman un todo casi inseparable en las concentraciones del combinado nacional. En estos cinco primeros meses del año, ya han vivido todo tipo de experiencias. Desde la lección de altruismo y humanidad que, junto con el resto de internacionales, dieron durante el paso del ciclón Winston en las islas Fiji, hasta la decepción de no poder recuperar una plaza en las Series Mundiales, la máxima categoría internacional del rugby 7, tras perder en los cuartos de final de la fase de ascenso ante Hong Kong.
Sin embargo, poco tiempo tienen para rememorar estos intensos episodios, tanto vitales, como deportivos. A los tres les esperan unas semanas de vértigo. Durante el pasado fin de semana, disputaron en Moscú la primera jornada de las tres que componen el Campeonato de Europa, competición de la que son los vigentes subcampeones. El inicio del certamen continental no fue del todo satisfactorio. De 12 equipos participantes, acabaron séptimos. Hay tiempo para remontar durante el mes de julio en las sesiones de Exeter (Inglaterra) y Polonia. No obstante, la hora de la verdad, uno de los momentos más especiales para los tres jugadores FER, se desarrollará los días 18 y 19 de junio en Mónaco, escenario del Preolímpico masculino de rugby 7.
Dieciséis combinados nacionales (entre ellos, el español) pugnarán por el tesoro más deseado: proclamarse campeón del citado Preolímpico y adjudicarse la única plaza que concede la clasificación automática para los Juegos de Rio. De momento, en la fase de grupos, el combinado nacional ha quedado emparejado con Hong Kong, México y Corea. La clasificación para los cuartos de final (lo consiguen los dos primeros de cada grupo) no debe de peligrar. A partir de ese momento, cruces a muerte súbita, a cara o cruz. Samoa, Canadá y Rusia se presentan como sus principales rivales. El reto es superlativo. El premio, inestimable. Por desgracia, Teresa Bueso, componente del Proyecto FER e integrante de la selección española, no podrá disputar el Preolímpico femenino, que se celebrará a finales de junio en Irlanda, a causa de una grave lesión de rodilla.