El verano enfila su recta final, pero la vela sigue en plena efervescencia. La poblada flota del Proyecto FER, también. En breve, cinco de sus componentes se desplazan hasta Portugal para disputar el Campeonato del Mundo sub-21 de ILCA 7 (son los casos de Gonzalo Suárez, Pérez, Marcos Altarriba y Mariano Cebrián) y el Campeonato del Mundo sub-21 de ILCA 6 (son los casos de las féminas Claudia Adán y Lara Sabina Himmes). Mientras, otro joven regatista de la Comunitat Valenciana, Álex Ortega Nicu viaja hasta Suiza para afrontar el Mundial sub-19 clase iQFoil. En esta primera entrega, nos ocupamos de los tres deportistas que van a competir en el Mundial sub-21 de ILCA 7.
Gonzalo Suárez Pérez: “El objetivo es acabar entre los 10 primeros”
Último torneo de la categoría sub-21 para Gonzalo Suárez Pérez (L’Alfàs del Pi, 20 años). El regatista alicantino ya pasará a ser absoluto a partir de 2023. Durante el presente curso, ha alcanzado dos resultados especialmente brillantes. Por una parte, en el Campeonato de Europa sub-21, celebrado en Francia a finales de abril, ocupó una meritoria 15ª plaza de un total de 115 participantes. Por otra, en el Campeonato de España, desarrollado a mediados de mayo en Murcia, fue 4º en la clasificación global y 2º, de 9, en la parcial sub-21. Gonzalo ya estuvo presente en este mismo evento mundialista de 2021. Ocupó la 28ª plaza.
Así lo afronta: “Llego muy bien, tanto física, como mentalmente. Hemos estado concentrados en el lugar de la competición durante algunas semanas, y creo que tengo muy dominado el campo de regatas. Se ajusta bastante a mis características. Ofrece dos tipos de vientos y los dos son buenos para mí. El pasado año, ocupé la 28ª posición. En esta ocasión, me planteo el objetivo de acabar entre los 10 primeros. En principio, esta no será mi última regata de 2022. Todo apunta a que iré al Campeonato de Europa absoluto, que se celebra en Francia a mitad de noviembre”
Marcos Altarriba: “Teno una espina clavada en este campo de regatas desde hace dos años”
Salvo contadas excepciones, los saltos de categoría de edad suelen ser complicados. Marcos Altarriba (Valencia, 19 años) es un ejemplo. En su estreno como sub-21, y en su paso desde ILCA 6 a ILCA 7, el regatista valenciano está viviendo una difícil temporada. Por ejemplo, en el Europeo de Francia, tuvo que conformarse con ocupar la 41ª plaza. O en el Campeonato de España, no pudo pasar de la 11º posición. Ahora, en Portugal, en este Mundial sub-21, busca su particular punto de inflexión.
Así lo afronta: “No sé lo que ocurrirá una vez allí, pero he preparado el evento a conciencia. Llego a este Mundial en el mejor momento de la temporada, ya que he aprovechado el verano y la conclusión de la Universidad para reforzar los entrenamientos. Al margen de lograr una clasificación u otra, mi principal objetivo es irme orgulloso y satisfecho por haber hecho un buen torneo. Dicho esto, y teniendo en cuenta que estoy en pi primer año de ILCA 7, y la altísima participación (160 chicos), un top-20 sería un muy buen resultado. Además, tengo una espinita clavada en este campo de regatas de Vilamoura. En 2020, perdí el oro en el Europeo de láser 4.7 en la última jornada”.
Mariano Cebrián: “Voy a competir en una clase nueva para mí”
Por su parte, Mariano Cebrián (Benidorm, 18 años) se dispone a disputar su sexta regata del año. No quedó plenamente satisfecho ni en la Copa de España de ILCA 6, ni en la Copa de España de ILCA 7 ni en el Campeonato de España de ILCA 6. Mejoró sus prestaciones en el Campeonato de España de ILCA 7 (9ª plaza de 25 participantes). Hace pocas semanas, a finales de julio, compitió en el Mundial sub-19 de ILCA 6, en Texas, donde acabó en el 28ª puesto (de 156) y fue el tercero de los 5 españoles presentes en la regata. Mariano ya tiene previsto adentrarse en esta clase olímpica ILCA 7 a partir de la próxima temporada.
Así lo afronta: “Mi rendimiento es una incógnita. Voy a competir en una clase totalmente nueva para mí, ya que, hasta ahora, he estado en ILCA 6. Por tanto, mi objetivo es aprender de la experiencia y curtirme, sin renunciar a nada, por supuesto. Además, las condiciones me gustan. Es un campo de regatas con un viento estable y en el que prima la velocidad, lo cual, en principio, me favorece”
