Ocurre cada año. Y la presente edición no ha sido una excepción. Una nueva modalidad se ha incorporado al Proyecto FER. En esta ocasión, ha sido el waterpolo. Sus embajadores son dos jovencísimos deportistas, Samuel García Sales y Diego Ferrando Peiró. El primero es de L’Eliana; el segundo, de Rocafort. Precisamente, su lugar de residencia es una de las pocas diferencias que les separan. Ambos nacieron en 2006. Ambos obtuvieron en 2021 un gran resultado con la selección española: medalla de plata en el Campeonato de Europa cadete o sub-15. Y ambos llegaron al waterpolo tras practicar, inicialmente, la natación.
“La natación me resultaba aburrida. El waterpolo, en tanto que deporte colectivo, es mucho más divertido. Además, requiere un enorme esfuerzo físico. A pesar de ello, y a pesar de que he de hacer malabarismos para compaginar los entrenamientos diarios y los estudios, me gusta el reto de llegar a todo y de superar mis límites”, señala Samuel García Sales para explicar su apuesta por esta modalidad. Mientras, Diego Ferrando se queda con el “carácter variable e imprevisible del waterpolo. Cada partido es una historia totalmente distinta a la anterior. Cada encuentro ofrece múltiples situaciones, escenarios y sorpresas. Es imposible aburrirse. Eso sí, quisiera que tuviera algo más de seguimiento, repercusión y popularidad”, apunta Diego.
Los dos jóvenes deportistas FER coinciden a la hora de señalar que aceptarían una hipotética propuesta para trasladarse a un CAR. “Aunque nunca es fácil abandonar a los tuyos, si surgiera la opción, es posible que la aceptara. En los dos últimos años, he tenido la oportunidad de asistir a unas jornadas de tecnificación desarrolladas en el CAR de Barcelona, y he comprobado que se aprende mucho, que la exigencia y el nivel de los entrenamientos es mayor”, comenta Samuel, quien, actualmente, juega de boya, “una posición básicamente ofensiva, que ha de atraer a defensores rivales para generar más oportunidades a otros compañeros, y que ha de intentar provocar expulsiones de los contrincantes”. Por su parte, Diego se considera “muy polivalente. Puedo jugar en las posiciones 1, 2 y 3, siempre en el lado derecho, pero también de boya y defensor de boya”.
Los dos jugadores militan en la actualidad en el Club Nou Godella Natació y se trazan un gran objetivo para este próximo verano: la presencia en la selección española que dispute el Campeonato del Mundo sub-16, cuya celebración no está todavía confirmada. A la hora de autoevaluarse, estas son las palabras de ambos deportistas. “Uno de mis puntos fuertes es la explosividad de nado, poco común en jugadores de mi posición, tamaño y características físicas. También, la relativa facilidad goleadora desde la posición de boya. Por contra, he de mejorar mucho la técnica; sobre todo, la técnica de natación para mejorar mi fondo y mi resistencia durante los partidos”, expresa García Sales. En cuanto a Diego Ferrando, esta es su autodefinición: “Mentalmente, soy bastante tranquilo, lo cual puede dar la impresión de tener poco carácter, aunque no es así. En lo físico, aunque he de mejorar, aguanto bastante bien los ritmos altos. A veces, me falta algo de potencia y explosividad. Y en lo táctico, diría que soy bastante inteligente y capto con rapidez la función que se me asigna en el agua”, comenta Diego.
El waterpolo ha sido una fuente pródiga en éxitos para el deporte nacional. La selección masculina se proclamó campeona del mundo en los años 98, en Australia, y 2001, en Japón. Además, ha sido subcampeona en cuatro Campeonatos del Mundo (la última ocasión en 2019). En cuanto a los Juegos Olímpicos, el combinado español logró la plata en Barcelona 92 y el oro en Atlanta 96. Mientras, en los últimos años, la selección femenina ha irrumpido con extraordinaria fuerza. En los eventos mundialistas, ha conseguido sendas platas, en 2017 y en 2019. Y en los Juegos, subió al segundo escalón del podio en Londres 2012 y Tokio 2020. Desde ahora, el waterpolo ya tiene representación en el Proyecto FER. Sus abanderados son Diego Ferrando y Samuel García Sales. Ojalá sea por mucho tiempo.