Un año más, el mes de mayo está resultando vibrante, prolífico. Los eventos se suceden sin apenas solución de continuidad. Además, son competiciones de gran relevancia y trascendencia. Es el caso del Campeonato del Mundo de judo, torneo que va a celebrarse en Abu Dabi desde este domingo, día 19, y hasta el jueves 23 de mayo. Muchos de los participantes en este certamen dirimen gran parte de sus opciones olímpicas. Muchos, no todos. Hay algunas excepciones. Hay algunos privilegiados. Por ejemplo, Salvador Cases Roca. El deportista FER (Alicante, 25 años, categoría de menos 73 kg) ya tiene asegurada su presencia en los Juegos de París. Por ello, durante 2024, Cases ha sido más selectivo. Ha optado por anteponer los entrenamientos y la preparación a las competiciones.
Durante las dos últimas temporadas, el judoca alicantino ha acumulado seis grandes éxitos internacionales. En 2022, Cases conquistó tres podios: una plata en el Grand Prix de Portugal, y sendos bronces en los Grand Slam de Turquía y Abu Dabi. En 2023, se colgó un bronce en el Grand Slam de Tiblisi y una plata en el Campeonato de Europa, en Francia. Por último, en 2024, volvió a brillar en el Grand Prix de Portugal y repitió la plata conseguida en 2022. Por lo que respecta a su balance en Campeonatos del Mundo, el deportista FER ha disputado tres certámenes universales: en 2021, en Budapest, fue séptimo tras ganar tres rondas y perder en cuartos de final y en la posterior repesca. En 2022, en Uzbekistán, cayó en el primer combate. Por último, el pasado año, acabó noveno tras ser superado en octavos de final por el canadiense Arthur Margelidon. Ahora, dispone de una nueva oportunidad para encumbrarse y enviar un mensaje a pocas semanas de París 2024. En Abu Dabi, competirá el lunes 20 de mayo.
Muy bien, la verdad. Motivado e ilusionado. Y entrenando mucho de cara a los Juegos Olímpicos de París. Estoy con buenas sensaciones.
Es cierto que no es lo habitual y, quizás, no sea lo más recomendable, pero así ha venido el calendario y así hay que aceptarlo. Son dos grandes torneos. Intento separarlos y prepararlos a tope, como eventos independientes. Los objetivos son los mismos: subir al podio.
Aunque la participación de un Mundial pueda ser similar a la que hay en un Grand Slam, sí es cierto que todos los judocas preparan de forma especial un Campeonato del Mundo. Es decir, el nivel de un Mundial es tremendo. Dicho esto, es cierto que, de mis tres comparecencias mundialistas, sólo en una ocasión he llegado a cuartos de final. En esta ocasión, repito, el objetivo es una medalla. Al menos, llegar a semifinales. O si pierdo en cuartos, rehacerme en la repesca y luchar por el bronce.
Pienso en ellos, claro, pero sin obsesionarme, sin que me generen una presión excesiva. Lo mejor es dar el máximo de mí cada día, en cada entrenamiento, para llegar a París en la mejor forma posible.
No va a haber grandes cambios. Seguiremos la rutina y la marcha que son habituales antes de un Grand Slam o un Campeonato del Mundo. Y en casa, en Alicante, y con la ayuda de todo mi equipo.
Van a viajar a París unas 10 personas de mi entorno. Estamos aún en pleno proceso de búsqueda de entradas. Espero que puedan entrar al pabellón el mayor número posible.