Salva Cases: entre el recuerdo de París y la motivación de Los Ángeles

Sus lágrimas, tan lógicas como inevitables, reflejaban la desolación por la oportunidad perdida. Pese al titánico esfuerzo realizado (casi 10 minutos de combate cruento), el dolor no era tanto físico como anímico. En los minutos inmediatamente posteriores al triste desenlace, no había consuelo posible. Salva Cases Roca (Alicante, 26 años, categoría de menos 73 kg) era consciente de que había dejado escapar un tren que conducía a la gloria. En unos Juegos Olímpicos, no hay rival pequeño, pero el cuadro configurado tras los resultados registrados en la primera ronda invitaba al optimismo. Casi, a pedir de boca. Como es habitual en el judo, todo se esfumó en una maldita décima de segundo. En un visto y no visto.

Cases había descorchado el torneo de París 2024 con un combate relativamente cómodo. Superó sin excesivas angustias al gambiano Nyje Falle, condenado por recibir tres amonestaciones (tres shidos). Con anterioridad, se había producido una de las primeras sorpresas de la competición. El suizo Nils Stump, aspirante al podio, había sido eliminado por, en teoría, uno de los actores secundarios del reparto: el mongol Batzaya. Ese era el siguiente obstáculo. Ese era el contrincante al que había que superar para plantarse en los cuartos de final, en los que, además, tampoco asomaban las principales estrellas en menos 73 kg: ni el azerbaiyano Heydarov, ni el japonés Hashimoto ni el italiano Lombardi. Licencia para soñar.

Ya en pleno combate de octavos de final, el judoca alicantino llevó siempre la iniciativa. Se mostró más valiente, más ofensivo. En un par de ocasiones, intentó voltear al mongol Batzava para inmovilizarlo sobre el tatami. No fue posible. El rival se defendía por todos los medios a su alcance. Lícitos e ilícitos. De hecho, quedó seriamente amenazado al recibir dos shidos. Aunque el duelo desembocó en el Golden Score, en la prórroga, daba la impresión de que la balanza se inclinaría del lado de Cases. Quizás, en ese momento, debió de jugar la baza de buscar la tercera amonestación del rival. Optó, sin embargo, por una estrategia más agresiva. Sin éxito. Además, con el paso de los minutos, el físico de ambos gladiadores estaba al límite. El tiempo extra se prolongó durante seis agónicos minutos. Al final, Batzaya consiguió un waza ari y dilapidó los sueños de Salva. Sobre aquella experiencia y sobre la nueva etapa, que ya arranca, hablamos con el judoca alicantino. 

Ha transcurrido medio año desde la presencia en los Juegos Olímpicos. ¿Página totalmente superada o todavía hay momentos en los que lamentas aquella oportunidad perdida?

Página superada. En su momento, en las semanas inmediatamente posteriores, sí que le di vueltas, pero tampoco me fustigué demasiado. En París, me lo dejé todo. ¿Podía haberlo hecho mejor? Es posible, pero lo di todo y no tengo nada que recriminarme.

¿Has visto el combate una vez, muchas veces? ¿No has querido o podido verlo?

Claro que lo he visto. Y varias veces, además. No me provoca ni dolor ni incomodidad. Es la mejor forma para analizar errores y aciertos, y, por tanto, para mejorar.

Ya conoces el estrés y la exigencia que conlleva el proceso clasificatorio para unos Juegos. ¿Preparado para afrontarlo de nuevo? Dicho de otro modo, ¿está Los Ángeles 2028 en tu horizonte?

Por supuesto que Los Ángeles 2028 es mi horizonte y mi objetivo. Y, aunque sea consciente de la dureza del proceso, estoy dispuesto a afrontarlo de nuevo. Ésta es la vida de un deportista de élite.

En la actualidad, tienes 26 años. ¿Es éste tu verdadero ciclo olímpico?

No creo que sea mi verdadero ciclo olímpico. Es un nuevo ciclo que me pilla con una edad todavía buena, pero no creo que haya grandes diferencias con el anterior. Volveré a dejármelo todo por llegar a mis segundos Juegos y luchar por una medalla olímpica.

¿Cómo afrontas la nueva temporada? ¿Vas a afrontar muchos torneos? ¿O vas a ser más selectivo?

La idea es ser más selectivo. Ya he alcanzado un nivel y me lo puedo permitir. Creo que estoy a la altura de los mejores del mundo. Por tanto, la intención es disputar menos torneos. De hecho, aunque no está plenamente confirmado, posiblemente no compita hasta finales de abril, en el Campeonato de Europa.