El proceso clasificatorio del triatlón para los Juegos de París concluye este sábado, 25 de mayo, con la celebración de la Serie Mundial de Cagliari (distancia olímpica). Y está todo en juego. Mucho ha acontecido desde que, en mayo de 2022, arrancara la carrera olímpica. Sin embargo, es tal la igualdad, es tal la competencia, es tal la intriga que rodean al triatlón español que lo sucedido durante los dos últimos años parece haber caducado. Predomina la sensación de que los resultados de Cagliari van a dictar sentencia y van a tener una gran influencia en la decisión del seleccionador nacional, Iñaki Arenal. Es como si una eliminatoria de fútbol jugada a ida y vuelta, y tras prórroga incluida, se fuera a resolver en la ruleta rusa de los penaltis. O como si un emparejamiento de baloncesto al mejor de tres victorias, llega con empate a todo al último minuto del quinto encuentro. O como si, después de tres largas semanas, una gran ronda ciclista se dirime en una crono final con exiguas diferencias entre, al menos, dos aspirantes al triunfo en la general.
Por lo que respecta a los deportistas FER enfrascados en esta batalla sin cuartel, Roberto Sánchez Mantecón y Noelia Juan, el pasado colisiona con el presente. Atendiendo a la regularidad, a lo realizado durante los dos años de proceso clasificatorio, tanto Roberto (Manises, 27 años) como Noelia (Bétera, 28 años) han hecho méritos más que suficientes como para ser recompensados y seleccionados. Lo dicen los números. Las cifras nunca engañan. En sus respectivos rankings, ambos son los segundos mejores en una clasificación parcial entre españoles. Es decir, deberían de ir a París. Sin embargo, sus opciones han quedado ligeramente encapotadas tras la Serie Mundial de Yokohama, disputada hace apenas dos semanas. En territorio japonés, ni Roberto ni Noelia tuvieron su mejor día. Ahora bien, nada es irreparable.
Los dos deportistas valencianos disponen mañana de una oportunidad de oro para relanzar sus respectivas candidaturas olímpicas. Para reforzar los excelentes resultados cosechados desde mediados de 2022. Para demostrar que lo normal era, y es, lo conseguido en los últimos meses; y que lo raro, lo accidental, lo coyuntural, lo aislado fue lo acontecido en Yokohama. Hay argumentos para el optimismo. Con su madurez, con su solidez, con su espíritu, con su regularidad, parece difícil que Roberto Sánchez enlace dos malas carreras. Mientras, Noelia no sólo es una gladiadora; además, sostiene que se encuentra en buena forma y está convencida de que todo el trabajo acumulado se reflejará en Cagliari. El doloroso episodio de Yokohama está superado. Se muestra optimista, tranquila y confiada. La mejor de las noticias.
En el triatlón español masculino, sólo hay una plaza olímpica asignada: es para el gallego Antonio Serrat. En principio, habrá dos billetes más, aunque, después de Yokohama, tampoco es seguro que vaya a haber tres pasaportes. Con respecto a las féminas, Miriam Casillas es la primera del ranking, pero tampoco su actuación en Yokohama resultó plenamente convincente o categórica. Roberto se va a medir con el malagueño Alberto González, con el murciano Sergio Baxter y con el manchego David Castro. Por su parte, Noelia va a jugarse el pasaporte más deseado con la ya mencionada triatleta extremeña Miriam Casillas, con la catalana Anna Godoy y con la madrileña Cecilia Santamaria. Para todos y todas ellas, tras Cagliari, no hay más opciones. Cara o cruz. No va más.