Al igual que ocurre en el deporte español, el triatlón se ha convertido en una de las modalidades más fructíferas y triunfales del Proyecto FER 2019. La disciplina que aúna la natación, el ciclismo y la carrera a pie ha exhibido músculo, pujanza, robustez y poderío.
En el ámbito nacional, sólo el triatlón puede presumir de aspirar a un podio copado por españoles (Mario Mola, Javier Gómez Noya y Fernando Alarza) en Tokio. En el territorio autonómico, Roberto Sánchez Mantecón y Javier Lluch Pérez se han convertido en dos de los principales protagonistas del equipo FER durante este año que ya expira. Ambos se han revelado como grandes activos. Además, apuntan muy lejos. Prometen. Se postulan como el relevo generacional en el triatlón español. Los resultados logrados durante el presente ejercicio así lo atestiguan.
A sus 23 años, Roberto Sánchez Mantecón se ha graduado. El deportista natural de Manises, aunque residente en Alicante, se ha doctorado. En 2019, debutó en las Series Mundiales, la competición cumbre a la que aspira todo triatleta. Aunque no tuvo especial fortuna ni en Hamburgo ni en Edmonton, ingresó en la nobleza internacional. Además, el ejercicio recientemente concluido le ha encumbrado con una serie de resultados espectaculares.
Por orden cronológico, a principios de mayo, conseguía la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Madrid. En julio, contribuía de forma decisiva a la fantástica sexta plaza obtenida por el cuarteto español (dos chicos, dos chicas) en el Campeonato del Mundo por relevos mixtos, evento desarrollado en Hamburgo. Por último, el 30 de agosto, logró el éxito más apoteósico de su carrera deportiva al proclamarse en Suiza campeón del mundo sub-23, categoría de la que se ha despedido esta temporada.
“Ha sido, sin duda, un gran año. De recuerdos mágicos y de muchas emociones. Desde luego, si he de quedarme con un resultado concreto, escogería el oro en el Campeonato del Mundo sub-23. En Lausana, tuve una vivencia única, indescriptible. Pero tampoco me olvido de otros logros. Creo que estoy en el camino correcto para adentrarme, de forma definitiva, en la categoría absoluta. Soy consciente de que llegar a los Juegos de Tokio es misión casi imposible, pero no pasa nada. Mi ciclo olímpico es el siguiente. El que, ojalá, me lleve a París 2024. Soy optimista”, comenta Roberto Sánchez.
Quien tampoco se ha quedado rezagado en 2019 ha sido Javier Lluch Pérez. En su segundo año como sub-23, el triatleta valenciano ha irrumpido con inusitada fuerza. En realidad, Lluch Pérez ha regresado. Se ha reencontrado. Ha recuperado su versión más exuberante, la que le convirtió en campeón y subcampeón de Europa en los años 2016 y 2017, un doble éxito que no fue una casualidad. El deportista FER dejó entrever su resurgimiento durante el mes de junio.
A mediados de año, Javier logró sendas medallas de oro en los Nacionales por clubes y por Autonomías. Pero fue en septiembre, cuando protagonizó su particular eclosión. Primero, en el evento, Europeo sub-23, y en el escenario, Valencia, ideales. Lluch Pérez alcanzó la medalla de plata continental en su ciudad, ante su familia y amigos. Y dos semanas más tardes, en el Nacional absoluto distancia olímpica celebrado en La Coruña, donde se proclamó campeón de España tras una imponente exhibición.
“Si en marzo y en abril me llegan a decir lo que iba a pasar a partir de junio, no me lo hubiera creído. A esas alturas del año, no me encontraba nada bien. Y todo, por un exceso de trabajo y de entrenamiento. Opté por dejar Estados Unidos antes de lo previsto y volverme a Valencia antes de lo previsto. Y la verdad, la decisión no pudo ser más acertada. No obstante, todo lo disfrutado y conseguido en 2019 ya es historia. Ahora, se trata de consolidarlo y apuntalarlo. De cara al próximo año, he de hacerlo bien en el Europeo y Mundial sub 23 (aún me quedan dos años en estas categorías) y he de empezar ya a probarme en las Copas del Mundo absolutas”, señala Lluch Pérez. Roberto y Javier verán Tokio 2020 por la televisión. Quizás, en los de París 2024 ya sean los protagonistas.