El listón se encuentra alto. Altísimo. Pero no insuperable. Tras un extraordinario 2018, Roberto Sánchez Mantecón está a punto de sumergirse, de nuevo, en su particular y frenético carrusel de competiciones. El triatleta de Manises afronta su último curso en la categoría sub-23. El ejercicio destinado a certificar la espectacular progresión firmada durante el pasado año, en el que saltó de la plaza 85ª al puesto 54º del ranking mundial. Actualmente, el deportista FER ocupa el lugar 66º. No pudo brillar en la Copa del Mundo de Ciudad del Cabo, evento celebrado durante el mes de febrero y en el que ocupó la 15ª posición. Tampoco, en la Copa de Europa de Huelva, certamen disputado en marzo y que Roberto no pudo finalizar a causa de una convalecencia sufrida en los días previos. Aquello ya es historia. A partir de ahora, empieza la “operación remontada”. Tras un mes de concentración y una vida casi monacal en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, el vuelo se inicia el domingo 5 de mayo con la presencia en la Copa del Mundo de Madrid distancia sprint.
Aunque Roberto, de 22 años, soñaba con asaltar en 2019 la cima a la que aspira todo triatleta (debutar en una Serie Mundial), es consciente de las dificultades que entraña tal objetivo. “Hasta que no logre meter la cabeza entre los 50 primeros del mundo, lo tengo complicado. Pero no me obsesiono. Sé que voy por el buen camino. Si mantengo la evolución del año pasado, todo llegará. Estoy convencido”, señala el deportista nacido en Manises, pero afincado en Alicante. Roberto, además, no solo ha de luchar contra sí mismo y contra sus propios límites. Es “víctima” del excepcional nivel del triatlón nacional. Tiene por encima a auténticas figuras de este deporte, como Mario Mola, Fernando Alarza, Vicente Hernández, Antonio Serrat y Uxio Abuin. Con todo, a algunos de ellos, ya les ha ganado. “No me considero inferior. Es más, siempre he dicho que tengo margen de mejora y crecimiento”, comenta Sánchez Mantecón.
Ese espacio de mejora pasa, sin duda, por la natación. El triatleta FER ha demostrado, en numerosas ocasiones, ser un superdotado en los tramos de ciclismo y carrera a pie. Sobre todo, en esta última especialidad. Ahora bien, su salto de calidad depende de la natación. “Es la disciplina que más se me resiste. Además, desde siempre. El año pasado, progresé, pero no lo suficiente. De hecho, en algunas pruebas, este segmento me condicionó y me penalizó bastante. He de seguir insistiendo en este tramo para ser más fuerte y competitivo. Y creo que lo puedo conseguir”, expresa, optimista, el triatleta valenciano.
De cara a este 2019, Roberto tiene tres citas especialmente subrayadas en su agenda. La primera es a principios de junio: el Campeonato de Europa absoluto distancia olímpica que se celebra en Holanda. “Tras el bronce en el Europeo absoluto distancia sprint del pasado año, me gustaría disputar el de distancia olímpica”, comenta el deportista FER. El segundo gran acontecimiento es el Campeonato del Mundo sub-23, certamen previsto en Suiza entre los últimos días de agosto y los primeros de septiembre. Pero sin duda, si hay un evento que le genera un especial cosquilleo al deportista FER, ése es el Campeonato de Europa sub-23, cuya sede será Valencia a mediados de septiembre. “Sueño con ese momento. No habría mejor manera de cerrar la etapa sub-23 que con un gran triunfo en mi tierra y ante mi gente”, explica Roberto. Sin prisa, pero sin pausa, el de Manises sigue haciéndose un hueco en el cruento mundo del triatlón. Su mérito es inconmensurable.
Sé que voy por el buen camino. Si mantengo la evolución del año pasado, todo llegará. Estoy convencido
Roberto Sánchez