De por sí, por su propia naturaleza, las Series Mundiales de triatlón constituyen un evento apasionante. Las grandes estrellas de esta compleja y exigente modalidad deportiva ofrecen un espectáculo de muchos quilates. No obstante, las tres primeras Series de 2024 reúnen, si cabe, más alicientes, más interés y más trascendencia. Se presentan decisivas, vitales. Van a ejercer de filtro definitivo de cara a los Juegos de París. Van a dictar sentencia a la hora de asignar los preciados y cotizados billetes olímpicos. Los resultados en Abu Dabi (distancia esprint, este próximo viernes), en Yokohama (11 de mayo, distancia olímpica) y Cagliari (25 de mayo, distancia olímpica) confirmarán candidaturas, pero también aportarán sorpresas. Dos deportistas FER, Roberto Sánchez Mantecón y David Cantero del Campo, van a ser protagonistas. Ambos están entrenados por Roberto Cejuela. Y ambos aspiran a conquistar alguno de los tres pasaportes que el triatlón masculino español tendrá este próximo verano en París. Nos ocupamos hoy de Roberto.
Roberto Sánchez Mantecón. “Soy optimista, pero vamos a centrarnos en cerrar el billete”
Nada está confirmado, pero el nombre de Roberto Sánchez Mantecón (Manises, 27 años) figura en todas las quinielas de los aficionados españoles. El deportista FER abre 2024 con una situación muy favorable. Un privilegio ganado a pulso en las últimas temporadas. Primero, por su incesante crecimiento. Después, por su solidez y regularidad. Sin ir más lejos, durante el pasado curso, se convirtió en el único triatleta español capaz de acabar tres Series Mundiales entre los diez primeros: séptimo en Abu Dabi, octavo en Montreal y décimo en París. Roberto, por tanto, acaricia su presencia en los Juegos Olímpicos del próximo verano. Si, como parece, acaba sellando su pasaporte, habrá protagonizado toda una gesta, toda una hazaña. Y todo, gracias a su descomunal esfuerzo, a su incondicional entrega, a su admirable capacidad de trabajo, a su prodigiosa mentalidad, a su envidiable afán de superación, a su madurez personal.
Tranquilo. Durante el pasado año, siempre pensé y soñé con la posibilidad de lograr plaza directa, pero, en el fondo, era consciente de la dureza de los requisitos. Por tanto, habrá que ir por el camino largo y habrá que esperar al mes de mayo. Dicho esto, tras los resultados de los dos últimos años, creo que me encuentro en una posición bastante favorable. Aún no está hecho, pero sí, encaminado. En mayo de 2022, cuando empezó el proceso clasificatorio, hubiera firmado este escenario.
Si algo he ganado con el paso de los años es, precisamente, eso, no lanzar las campanas al vuelo, no dejarme llevar por la euforia, ser prudente y realista. Pese a todo, soy optimista. Para mí, resultaría extraño quedarme fuera, la verdad. Pero vamos a seguir paso a paso, y vamos a centrarnos en preparar a conciencia estas primeras Series Mundiales de este año, y en cerrar el billete.
Abu Dabi me gusta mucho. Allí he conseguido dos grandes resultados. En 2021, fui 15ª, y el pasado año, acabé 7º. Cagliari no me desagrada del todo. Allí, en 2023 fui 19º. Y Yokohama me gusta por el recorrido (allí he hecho un 18º y un 35º), pero no me inspira buenos recuerdos, porque no me sienta bien el viaje.
Por supuesto que me ilusiona. David se lo ha trabajado mucho y, tras los grandes resultados del pasado año, se merece esta oportunidad. Le he animado y aconsejado, pero también le he advertido de lo que le espera. Las Series Mundiales no tienen nada que ver con las Copas del Mundo. Pero está capacitado para hacerlo muy bien.