Listo para doctorarse. Para graduarse. Para adquirir un galón muy especial. En pocos días, Roberto Sánchez Mantecón, de 23 años, va a añadir un nuevo hito a su joven, pero, al tiempo, rica ejecutoria deportiva. El deportista nacido en Manises, aunque afincado en Alicante, está a punto de debutar en las Series Mundiales, la competición cumbre a la que aspira todo triatleta. Es como si un equipo de fútbol siempre hubiera disputado la Europa League y, por fin, va a disfrutar del privilegio de jugar la Liga de Campeones. Es como subir, de golpe, varios peldaños. Es como ascender de la clase media-alta a la nobleza internacional. Es como adquirir una mayor consideración e inspirar más respeto. Es, en definitiva, cumplir un sueño. La medalla de bronce obtenida en la Copa del Mundo de Madrid, a principios de mayo, le ha catapultado a la competición más selecta. Dos son las ciudades que pasarán a la biografía deportiva del triatleta FER: Hamburgo, en Alemania (6-7 de julio), y Edmonton, en Canadá, (20-21 de julio).
Cumplir un sueño desde pequeñito y satisgacer casi una obsesión desde hace unos años. Competir en las Series Mundiales es medirte con los mejores del mundo, es sentirte parte de la élite internacional del triatlón; es, en definitiva, un privilegio. Quienes ya las han disputado me dicen que son de una competencia y una exigencia feroces, pero estoy deseoso de comprobarlo. No les tengo pánico.
Para nada. Sí que es cierto que, de momento, mis principales resultados internacionales han llegado en pruebas de distancia sprint. Pero también he sido campeón de España en distancia olímpica y bronce en el Europeo sub-23 en la misma distancia. Estoy seguro de mí mismo y creo que, si mantengo esta línea, voy a ser competitivo en ambas modalidades.
Poco a poco. Me gustaría que la mejora fuera más rápida, pero lo estamos consiguiendo. Estamos puliendo errores y vamos progresando. Pero en efecto, si consigo ser mejor en el agua, seré un triatleta mucho más competitivo.
Agradezco los halagos. A quién no le gusta ser valorado y reconocido… Pero ni me lo voy a creer, ni me va a descentrar. He de seguir entrenado a tope para ser cada día mejor. Ojalá pudiera ser en breve uno de los triatletas de referencia en España y recoger el testigo de los cracks del momento, que, para mí, son el mejor espejo.
Por supuesto. Siempre lo he dicho. La mejor manera de acabar mi etapa como sub-23 sería logrando un triunfo en un gran evento, el Europeo sub-23, en mi tierra y ante mi gente. Y además, aquí sí sería en distancia olímpica… (risas). Ese fin de semana del 14 y 15 de septiembre está marcados en rojo en mi agenda.
Disputar las Series Mundiales es cumplir un sueño de pequeñito y satisfacer casi una obsesión desde hace unos años
Roberto Sánchez