Casi dos años. 20 meses. Éste es el larguísimo paréntesis que ha transcurrido desde que, en septiembre de 2019, Ricardo Ten y Maurice Eckhrad disputaron la última prueba internacional (en concreto, el Campeonato del Mundo) de ciclismo adaptado en ruta. Fue en Holanda. La crisis sanitaria desatada a principios del pasado año hizo añicos todas las previsiones. De hecho, desde los inicios de 2020, el Mundial de pista en Canadá, celebrado antes de que la pandemia del covid-19 irrumpiera con toda su crudeza, ha sido el único gran evento desarrollado más allá de las fronteras nacionales. Por tanto, los longevos deportistas FER se disponen a retomar las competiciones del máximo nivel a apenas tres meses de los Juegos Paralímpicos.
Ostende, Bélgica, del 6 al 9 de mayo. Éste es el escenario y éstas son las fechas de la Copa del Mundo con la que el ciclismo adaptado recupera su pulso internacional. Además, antes de los Juegos Paralímpicos, llegará, del 9 al 13 de junio, el Campeonato del Mundo en Portugal. Mientras Ricardo Ten concibe estas carreras como ensayos ideales de cara a la gran cita de Tokio, Maurice Eckhard dilucida su presencia en la capital nipona. Maurice está obligado a mostrar su mejor versión para reivindicarse, para disipar las dudas que rodean a su candidatura y para demostrar que es merecedor de recibir un pasaporte tan preciado como caro.
Ricardo Ten: “Las incógnitas existen, pero son mayores las ganas”
Así es. A falta de competiciones, afortunadamente tenemos concentraciones que nos permiten trabajar en equipo. Hace dos semanas, estuvimos en Tarancón, preparando la ruta, y la pasada, entrenamos en Mallorca, trabajando la pista. Y entre esta inminente Copa del Mundo de Ostende y el Mundial de Portugal, previsto en junio, haremos una concentración en Sierra Nevada. Cuanto menos, ya tenemos unos objetivos definidos.
Desde luego, es mucho tiempo. No sé si me sentiré extraño. Lo que sí puedo decir es que tengo muchas ganas de competir, porque nuestra esencia, nuestra razón de ser y nuestro hábitat natural son las competiciones. Las incógnitas son inevitables, pero las ganas y la ilusión son mayores.
Primero, quiero ser respetuoso con los tiempos y los plazos, y quiero esperar a que se confirme mi presencia. Pero, si todo va bien, creo que llegaré en buenas condiciones. Pese a todo lo ocurrido, y pese a que, obviamente, hubiese sido deseable tener más competiciones preparatorias, hemos entrenado mucho en los últimos meses. Espero que toda esta carga se traduzca en una buena actuación.
Maurice Eckhard: “Aunque no lo tengo fácil para ir a Tokio, soy optimista”
Muy buenas. Estoy entrenando muy bien, me encuentro cómodo encima de la bicicleta y, la verdad, soy muy optimista.
En principio, las dos pruebas que se iban a considerar como claves para acabar de definir el equipo español de ciclismo en los Juegos de Tokio eran las dos Copas del Mundo, la de Ostende y la de Italia. Al suspenderse la de Italia, es posible que también se tenga en cuenta lo que ocurra en el Mundial de Portugal, a mediados de junio. Pero no tenemos una información definitiva al respecto. De momento, sé que toca hacerlo muy bien en Bélgica y a ello vamos.
No me atrevo a cuantificar mis opciones de clasificarme para Tokio en una sola cifra. Aunque no lo tengo fácil, repito que soy optimista, aunque también es cierto que llevamos casi dos años sin competiciones del máximo nivel, y desconozco cómo estarán el resto de los rivales y participantes. Con respecto al circuito, me gusta bastante. Pese a que tiene un tramo técnico, la mayor parte del trazado me favorece. Sobre todo, por una recta muy larga y totalmente llana.