En pocos días, entre 6 y el 8 de noviembre, aparece en el calendario el Campeonato de España de ciclismo adaptado en ruta en Murcia. A falta de una semana para la celebración del evento, las dudas acerca de su disputa son considerables. Si finalmente se desarrolla y no se cancela, dos integrantes del Proyecto FER, los incombustibles Ricardo Ten y Maurice Eckhard, volverán a subirse a sus respectivas bicicletas e intentarán mantener sus reinados en el panorama nacional.
Pese a su privilegiada memoria, Maurice (categoría de discapacidad MC2) ya ha perdido la cuenta de las medallas de oro nacionales acumuladas. La lista es interminable. Por su parte, Ten (clase MC1) se muestra invencible desde 2017, el año en que se introdujo plenamente en el ciclismo. Ambos ciclistas quieren extender sus hegemonías en este ejercicio tan atípico y anómalo. Pese a la rareza del curso, se han preparado a conciencia y han estado presentes en diversas concentraciones. “Estuvimos casi todo el mes de julio en Sierra Nevada. Después, pasamos cuatro días en Valdelinares. Posteriormente, ya en agosto, compartimos una semana con la selección española en Altea, donde acreditamos tiempos que nos hacen ser optimistas. Es decir, con las circunstancias tan excepcionales en las que nos encontramos, hemos intentado mantener una cierta normalidad”, explica Ricardo.
Además de estas concentraciones, hace pocas semanas, se reencontraron con la competición. Disputaron una Copa de Europa en Cáceres. “Las sensaciones en Extremadura fueron bastante buenas, aunque con mucho margen de mejora. No en vano, era el primer torneo relativamente serio en ruta del año. Fue un entrenamiento interesante y enriquecedor, y nos permitió saciar la necesidad de competir que tenemos los deportistas”, señala Eckhard.
Con respecto al recorrido del Campeonato de España en Murcia, Ricardo comenta lo siguiente: “el trazado es el mismo, tanto para la crono, como para la prueba en línea. Es un circuito de 16 km. En la crono, daremos una única vuelta y en la prueba en línea, cuatro giros. Es básicamente llano, aunque hay un pequeño puerto de montaña de 2,5 km. Me gustan más los trazados más bien sinuosos y rompe piernas, pero creo que se ajusta bastante a mis características. Ahora, sólo falta esperar que se celebre, lo cual no está nada claro con la evolución de los acontecimientos”, apunta Ten.
Al margen de este importante certamen nacional, y a la espera de que se dispute o se anule, ambos han puesto el foco en objetivos a más largo plazo. En el horizonte, como no, la clasificación para los Juegos Paralímpicos del próximo verano. Conscientes de la incertidumbre reinante por culpa de la pandemia, desean que se puedan celebrar, pero no es algo que les obsesione en la actualidad. En el caso de Ricardo Ten, de cara a la cita en la capital nipona, la pista sigue siendo su principal ocupación y preocupación. “Desde ya, nos vamos a centrar en preparar bien la temporada de pista, porque es lo que vamos a disputar a tope en Tokio”, comenta Ricardo. Por su parte, Maurice quiere llegar a su pico más alto de forma para el próximo mes de mayo, momento de las dos Copas del Mundo en las que dirimirá sus opciones de estar en sus quintos Juegos. “Sé que no lo tengo nada fácil, pero me veo fuerte y no me voy a rendir. No hemos parado en ningún momento. Creo que alcanzaré mayo con garantías de obtener el deseado billete”, concluye el ciclista FER.