Su experiencia, frialdad e inteligencia le permiten mantener la calma y no perder los nervios. Sin embargo, Raúl Martínez (Elche, 31 años) es consciente de que necesita un gran resultado, un empujón, para relanzar su candidatura olímpica. El deportista FER no ha ocupado un podio de un gran evento internacional desde el pasado mes de mayo. En aquel momento, se proclamó subcampeón de Europa. Una plata que mereció ser oro. La corona continental se escapó a falta de tres segundos para la conclusión de la final. Después, no tuvo fortuna ni en los Juegos Mediterráneos, ni en los tres Grand Prix (Roma, París y Manchester) ni, más recientemente, el pasado 15 de noviembre, en el Campeonato del Mundo, en México.
Ahora, dispone de una nueva oportunidad, la última de este año, para sumar puntos en la carrera hacia los Juegos de París. Raúl se dispone a afrontar el Grand Prix final de 2022, certamen que se desarrolla en Arabia Saudí los días 9 y 10 de diciembre. Esta competición reúne a los 16 mejores clasificados en el ranking mundial de las cuatro categorías de pesos olímpicos y es el tercer evento internacional que más puntos reparte. Sólo están por encima los Juegos Olímpicos y el Campeonato del Mundo. Pese a la ausencia de brillantes resultados durante los últimos meses, el taekwondista ilicitano sigue confiando en sus posibilidades, y se reafirma en su buen estado físico y mental. Así se expresa horas antes de cerrar el año.
Sí, estoy de acuerdo. Sigo pensando que todavía faltan muchos torneos por celebrarse y muchos puntos por repartirse. Lo que ahora es de un color puede serlo de otro dentro de unos meses. Pero, dicho esto, es cierto que, cuanto antes, he de dar un golpe de efecto para relanzar mis opciones olímpicas.
Ésas son, en efecto, mis sensaciones. Sé, perfectamente, cuando estoy bien y cuando no estoy tan bien. Ahora, me encuentro en buenas condiciones. Si no estuviera así y no creyera en mí, no alargaría mi carrera deportiva sin sentido. Soy consciente de que ganar es muy difícil, pero, de verdad, continúo pensando que puedo hacerlo bien.
No especialmente. Por supuesto, he de recortar la ingesta calórica, pero no, en exceso. Por mis características físicas y mi peso, puedo fluctuar relativamente bien entre las dos categorías.
Sin duda que lo es. Estar en el equipo nacional ya es tan difícil como meritorio. Estar en el equipo nacional ya significa tener un alto nivel y te da opciones de competir con garantías en los grandes torneos internacionales. Sin ir más lejos, así se ha demostrado en este Mundial de noviembre en México. Ojalá sea un anticipo de cara a los Juegos Olímpicos de París.
Sí, me tomaré un descanso, pero no va a ser absoluto. No voy a parar por completo. Aunque sea a menor intensidad, seguiré entrenando entre semana. Con respecto a los primeros torneos de 2023, empezaré a competir en febrero con la Copa Presidente de Europa y con el Campeonato de España por Autonomías. Y también existe la opción de ir al Open de Las Vegas.