Polina Berezina busca la perfección para ser la gimnasta española elegida en el Europeo de Guadalajara

La Federación Internacional de gimnasia rítmica ha cambiado este año el código de puntuación. Las principales modificaciones afectan a la valoración final, en la que, a partir de ahora, no habrá una puntuación máxima, y en la que se incrementarán las penalizaciones tras una caída de aparato.

Este cambio ha provocado que las gimnastas de todo el mundo estén trabajando muy duro para adaptar sus ejercicios a la nueva normativa. Una de ellas es la deportista del Proyecto FER, Polina Berezina.

“Esta nueva temporada la afronto con mucha ilusión. Pero ahora mismo, estamos muy centradas en adaptar los ejercicios del año pasado al nuevo código. La FIG (Federación Internacional de Gimnasia Rítmica) todos los años hace cambios y esto provoca que siempre estemos en continua adaptación”, indica la gimnasta FER.

Por ello, tanto Polina Berezina como sus entrenadoras han decidido mantener la base de los ejercicios del año pasado y buscar la perfección en las competiciones que tienen por delante durante los próximos meses, como son el Campeonato de Europa que se celebra en Guadalajara, los Juegos del Mediterráneo en Tarragona o el Campeonato del Mundo de septiembre en Sofía.

Polina Berezina

 

«Al Europeo solo puede ir una gimnasta española, sé que es complicado pero yo voy a darlo todo para ser la elegida»

Dos de las grandes citas de este año tendrán lugar en España y eso siempre es un plus de motivación para luchar por ser la elegida por la seleccionadora para competir. “Al Europeo solo puede ir una gimnasta española, sé que es complicado pero yo voy a darlo todo para ser la elegida. He mejorado mucho desde mi incorporación al CAR y creo que puedo tener opciones. Yo siempre quiero competir en las grandes citas y este año voy a trabajar muy duro, buscando la perfección para poder estar en todas. Y más, al celebrarse en España,  lo cual siempre es una motivación para nosotras”, explica Berezina.

De lograrlo, sería un paso gigante en su camino hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ahora mismo, no es un objetivo en la cabeza de Polina Berezina, ya que admite que queda mucho por recorrer hasta allí. Pero sí aparece en su horizonte. Y quiere abrazarlo.