Nacer en el Mediterráneo constituye el primer impulso. Hacerlo en aguas alicantinas, una llamada definitiva e irrenunciable. Con Iván Pastor como gran emblema y referente, el deporte de la vela va adquiriendo un creciente protagonismo en el Proyecto FER, gracias a la presencia de un ramillete de jóvenes regatistas. Entre ellos, dos féminas con sendas tarjetas de presentación realmente prometedoras. Son Paula Lissorgues y Julia Miñana. Aunque las evoluciones que experimenten en los próximos años y sus incorporaciones a las categorías olímpicas dictarán sus auténticas aspiraciones en la élite del deporte náutico, los resultados conseguidos en las divisiones de formación estimulan la ilusión. Muestran dos proyectos muy esperanzadores.
Natural de la preciosa localidad costera alicantina de El Campello, y con un padre practicante del windsurf, Paula Lissorgues (13/10/1999) estaba predestinada a vincularse al universo de la vela. Y, de momento, su aventura no le va nada mal. Pese a su juventud, todavía no ha cumplido los 17 años, la deportista FER esboza un futuro esplendoroso. Su progresión en la clase láser 4.7, la modalidad en la que se compite individualmente y que es la previa a la disciplina olímpica de láser radial, revela una regatista cada año más madura y competitiva. Desde hace tres años, no falta a su cita con los podios en todas y cada una de las competiciones domésticas que afronta. Además, a nivel internacional es respetada y considerada. Por ejemplo, este año ha sido octava en el Campeonato de Europa sub 18, celebrado en Francia, y fue séptima en el Mundial sub 18, desarrollado en Alemania.
Algo supersticiosa, amante de Rafa Nadal, enamorada de los delfines, con la presencia en unos Juegos Olímpicos como su gran sueño, y con un profundo sentimiento de gratitud hacia su entrenadora, la murciana Lucia Reyes, Paula Lissorgues ha de tomar en las próximas semanas una decisión vital para su futuro. Por sus características físicas, tanto de altura como de peso, se antoja difícil su salto y adaptación a la modalidad láser radial. Por ello, en breve ha de determinar en cuál de estas dos especialidades se embarca a partir del próximo año: o la 470 o la 49er fx. Ambas clases son olímpicas y en las dos se compite por parejas. A 70 kilómetros de El Campello se encuentra la paradisiaca localidad de Xàbia, lugar de nacimiento de Julia Miñana, quien se inició en esta práctica deportiva a los 11 años. Ahora, con 16 recién cumplidos, la regatista alicantina solo puede extraer conclusiones positivas del curso 2016. Tras brillar en la modalidad optimist, disciplina en la que se proclamó campeona de Europa infantil en 2015, Julia no podía evitar un cierto vértigo ante el salto a la clase 420, especialidad de embarcaciones por parejas y antesala de la modalidad olímpica de 470.
Sin embargo, el ascenso a una disciplina superior está confirmando las buenas expectativas que Julia ha descrito durante los últimos años. La regatista alicantina se proclamó campeona de España sub 17 en el mes de marzo. Y lejos de nuestras fronteras se ha defendido con extraordinaria personalidad y madurez. Tanto que este verano ha resultado muy positivo. Siempre en la división sub 17 femenina, fue quinta en el Campeonato del Mundo celebrado en Italia, y repitió plaza en el Europeo disputado en Hungría. Julia aspira a poder dedicarse a la práctica profesional de la vela y sueña con ser olímpica algún día en la clase 470, aunque reconoce que ambos objetivos son muy complicados. De momento, seguirá divirtiéndose con la vela. El futuro está por escribir.