Como demostración inequívoca de su progresión, Pau Martí Soriano (Moixent, Valencia, 21 años) empieza a asomar en pruebas de mayor enjundia y nivel. Sin llegar, todavía, a la aureola de los Juan Ayuso, Carlos Rodríguez, Pablo Torres o Iván Romeo, el ciclista FER se perfila como uno de los futuros ases del ciclismo español. Va a su ritmo. Sin prisa, pero sin pausa. A fuego lento, pero efectivo. Quizás, no protagoniza actuaciones deslumbrantes, no ofrece demarrajes fulminantes o no logra triunfos descollantes. Pero avanza, evoluciona, crece. De forma sostenida, gradual e incesante. Así lo demostró en un espectacular 2024. Entre otras conquistas, consiguió una espectacular tercera plaza en el Giro de Italia sub-23, también acabó tercero en la Flèche Ardenneise de Bélgica, alcanzó un notable noveno puesto en la prueba en línea del Campeonato de España absoluto y finalizó la París-Tours en una meritoria 14ª posición.
La recompensa ha llegado. Pau va a destapar la temporada con la participación en tres grandes carreras: disputará la Vuelta a Murcia (este sábado, 15 de febrero) y la Clásica de Jaén (lunes 17) como miembro de la selección española sub-23. Y días más tarde, será de la partida en O Gran Camiño (la Vuelta a Galicia) del 26 de febrero al 2 de marzo). Además, como integrante del equipo principal de su escuadra, el Israel Premier Teach, con la que, en principio, seguirá vinculado hasta finales de 2027. El deportista valenciano cumple en 2025 su tercera y penúltima temporada en la categoría sub-23. Así se expresa a pocas jornadas de arrancar el nuevo curso.
Suena muy bien. Es un inicio de temporada muy ilusionante. Sobre todo, porque ya empiezo a correr pruebas de gran nivel y, además, lo hago en España. En los dos últimos cursos, apenas he competido en nuestro país. Lo echaba de menos.
Hay muchas carreras que me motivan e ilusionan, pero espero repetir presencia y hacerlo igual de bien que el año pasado tanto en el Giro sub-23 como en el Tour del Porvenir. Y, por supuesto, aspiro, este año sí, a formar parte de la selección española que afronte la prueba sub-23 en el Campeonato del Mundo de Ruanda.
Por supuesto. Si, cuando empecé en el ciclismo, me llegan a decir que a los 20 años estaría donde estoy, no me lo hubiera creído. Me considero un privilegiado y me encuentro en una situación óptima. Modestamente, pienso que nada ha venido por casualidad. Me lo he trabajado y me lo sigo trabajando mucho. No hay ningún secreto que no sea el esfuerzo, el sacrificio y la dedicación. Repito, estoy feliz con mi evolución y mi actual situación.
Estamos hablando de grandísimos corredores, casi de estrellas. Por ahora, están en un nivel superior al mío. Por ello, es normal que tengan mucha más atención y atracción mediática. Pero tampoco quiero compararme con nadie. Quiero ser yo mismo. Y lo que tenga que ser y venir, lo será y vendrá
Sí. Lo he pedido, a ver si me lo traen durante el año… (risas). Estamos trabajando en ello. Estamos haciendo horas extra con la bici de contrarreloj. En efecto, es clave que mejore en esta especialidad para ser más competitivo. En general, es un objetivo que mi equipo ha trasladado a todos mis compañeros. Y personalmente, en ello estoy con mi entrenador, Rubén Plaza.
