El hechizo empezó a fraguarse en el Europeo de 2021, en Bulgaria. En aquel torneo, un jovencísimo conjunto español de gimnasia rítmica estuvo a punto de burlar todas las quinielas. Se quedó a las puertas de los Juegos de Tokio. Es más, hubo un momento en el que la proeza parecía alcanzable. Finalmente, se impuso la lógica y el combinado nacional no pudo capturar el pasaporte más deseado. Dolió, pero lo justo. Al fin y al cabo, el verdadero ciclo olímpico era el siguiente, el que confluía en los Juegos de 2024. Por ello, desde el primer día de la nueva etapa, un cartel presidía la sala de entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Esa mini pancarta contenía una única palabra: París. Ése era el destino, la inspiración, la motivación, la ilusión… el sueño.
Los inicios fueron duros. De hecho, las dos primeras Copas del Mundo de 2022, celebradas en Sofía y Bakú, depararon resultados muy flojos. No obstante, de forma inopinada y sorprendente, la travesía por el desierto concluyó en junio de 2022. En ese momento, se acabaron las penurias. Casi seis años después del subcampeonato olímpico logrado en los Juegos de Río por un conjunto de leyenda, la gimnasia rítmica española volvía a disfrutar de una gran alegría. La época de sequía finalizó gracias a la plata conquistada por el combinado nacional en el ejercicio mixto (combinación de pelotas y cintas) del Campeonato de Europa de 2022, certamen celebrado en Israel. A ese histórico podio, se sumó una meritoria quinta plaza en el concurso general. Ese torneo continental se convirtió en un punto de inflexión. En una especie de trampolín, de pista de despegue. Tres meses más tarde, en el mes de septiembre, y contra todo pronóstico, el equipo español daba la gran campanada. Se colgaba la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo, en Bulgaria, y se clasificaba para los Juegos Olímpicos de París.
Foto RFEG
Participes del renacimiento de la rítmica española y de su posterior consolidación en la vanguardia internacional han sido dos deportistas valencianas: Patricia Pérez Fos (Sueca, 20 años) y Mireia Martínez López (La Pobla de Vallbona, 19 años). Ambas han contribuido a la extensa lista de éxitos logrados por el conjunto español en los últimos cursos En 2023, el combinado coordinado por Alejandra Quereda, subcampeona olímpica en Río, estuvo tocada por una especie de varita mágica. Respondió en los momentos clave, cuando realmente había que estar a la altura. Durante el pasado año, hubo actuaciones discretas, pero el balance en los dos principales torneos de la temporada resultó espectacular. Sobre todo, en el inolvidable Campeonato del Mundo de Valencia: medalla de plata en la final de cinco aros y medalla de bronce en el concurso general, sólo por detrás de China, plata, e Israel, oro.
Serias opciones de podio
Con este don de brillar donde y cuando hay que hacerlo, ¿por qué no soñar con lo máximo en los Juegos de París? Pese a la durísima competencia que ofrecen combinados como Bulgaria, China, Israel o Italia, la palabra podio ya no es prohibitiva. Ya no es un término tabú. Se puede pronunciar con naturalidad. Y más después de un 2024 casi perfecto. Tras un inicio no del todo convincente, Mireia y Patricia, y sus tres compañeras (Ana Arnau, Inés Bergua y Salma Solaun) se han mostrado pletóricas. En la Copa del Mundo de Bakú, fueron oro en la general y plata en la final de cinco aros. En la Copa del Mundo de Portimao, lograron dos oros, en la rotación completa y en la final de cinco aros. Sin embargo, su gran explosión se escenificó en el Campeonato de Europa, certamen de enorme competencia y celebrado a finales de mayo en Budapest. Tres de tres. Pleno de podios. Bronce en la general, plata en cinco aros, y oro en el mixto. Toda una declaración de intenciones. Hoy, en total, serán 14 conjuntos o países. Los 8 mejores pasan a la final de mañana.
Mireia Martínez López y Patricia Pérez Fos forman parte del Proyecto FER, programa de becas a deportistas valencianos impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso, cuyo Presidente es el empresario Juan Roig. Apuntan a dignas sucesoras de Alejandra Quereda y de Elena López Benaches, medallistas de plata con el conjunto en los Juegos de Río 2016. De momento, durante este fin de semana, sus respectivas poblaciones natales, Sueca y la Pobla de Vallbona, estarán volcadas. Revolucionadas. No es para menos.