Pablo Torrijos comienza la próxima semana la temporada al aire libre más importante de su vida. Y es que en juego está el billete para los Juegos Olímpicos de Rio 2016. En pista cubierta, pese a encontrarse físicamente mejor que nunca, como él mismo reconoció, no logró plasmar esas buenas sensaciones en las competiciones oficiales. Una situación a la que pretende darle la vuelta al aire libre.
“Ahora mismo, estoy en Sierra Nevada, uno de los mejores destinos para entrenar. Estoy convencido de que puedo conseguir el mismo estado de forma que el alcanzado en invierno y realizar la marca que merezco”, admite Pablo Torrijos.
“Es cierto que es la marca que tengo que hacer para estar en Rio pero no me obsesiona. Es un reto más en el camino que estoy seguro que conseguiré»
Esa marca de la que habla tiene nombre y son los 16,85 que le otorgarían la presencia en los Juegos de Rio de este verano. Una mínima que, según comenta, no le obsesiona. “Es cierto que es la marca que tengo que saltar para estar en Rio, pero no me obsesiona. Es un reto más en el camino. Estoy seguro de que lo conseguiré. Competiré desde el 15 de mayo para lograrlo”, explica el atleta del Playas de Castellón.
Dos de las grandes citas en las que luchará por conseguir el billete olímpico son el Campeonato de España, previsto en Asturias, y el Europeo de Ámsterdam, donde espera competir a un gran nivel y disfrutar al máximo de cada competición.
Pero sin duda, la gran prueba del año que tiene marcada en rojo para este verano son los Juegos Olímpicos. Estar en Rio para Pablo Torrijos sería cumplir un sueño que alberga desde niño. Pero su ambición va más allá y apunta que, una vez logre la clasificación, no se conforma con estar en Brasil. Aspira a ser finalista olímpico.