Otro destello de Enrique Llopis Doménech (15/10/2000, Bellreguard, Valencia). Su primer fogonazo tras la conclusión del confinamiento. Su primer chispazo con la reanudación de una cierta actividad. El pasado lunes, 24 de agosto, el joven atleta valenciano volvió a deslumbrar durante el Memorial José Antonio Cansino, evento celebrado en Castelló de la Plana. Llopis completó los 110m vallas con un espectacular crono de 13 segundos y 61 centésimas. Rebajó sensiblemente su, hasta la fecha, mejor marca al aire libre, 13,75, registro efectuado hace un año, en el Meeting de Gandía de 2019. Y, lo más importante, rozó el récord de España sub-23, hito que todavía ostenta Javier Colomo, con 13,58 desde junio de 2016.
En realidad, la actuación de Llopis hace pocos días en Castelló representa la confirmación de su talento, clase y proyección. Desde hace tres años, el discípulo de Toni Puig se mantiene fiel a su cita con las grandes marcas. Sus mordiscos al reloj son constantes. Sus arañazos al cronómetro, permanentes. Por ejemplo, suyo es el récord de España sub-20 con vallas absolutas (13,75, tiempo logrado a principios de junio de 2019). O, por ejemplo, suyo es el récord nacional sub-23 en los 60m vallas (7,71, registro alcanzado en febrero de este mismo año, en el Campeonato de España sub-23 en pista cubierta). Y todo ello, con tan sólo 19 años (cumple los 20 a mediados de octubre). Y todo ello, siendo sub-23 de primer curso (todavía lo será hasta 2022).
Casualmente, su fulgurante trayectoria no se ha plasmado en los grandes eventos internacionales. Sólo hay una excepción: la presencia, en marzo de 2019, en el Campeonato de Europa absoluto bajo techo de Glasgow, donde, con tan sólo 18 años, no sólo no desentonó, sino que cumplió con creces al superar la primera criba y llegar hasta las semifinales. Por contra, la lista de desventuras y de espinas de las que resarcirse es amplia. En el Mundial sub-18 de Kenia del año 2017, Llopis fue cuarto, a tan sólo una centésima del bronce. En el Mundial sub-20 de Finlandia del año 2018, se tropezó nada más empezar la gran final, en el primer obstáculo. Y en el Europeo sub-20 del pasado año en Suecia, cuando todos los pronósticos le daban como, cuanto menos, claro aspirante al podio, sufrió una indisposición horas antes de empezar la competición. Con todo, aún se clasificó para la final y terminó cuarto.
La pandemia del coronavirus se ha llevado por delante sus principales objetivos en 2020: por una parte, haber estado en el Mundial de pista cubierta en China; por otra, haber competido al máximo nivel y con la mayor de las ambiciones en el Campeonato de Europa absoluto al aire libre en París. Antes de que acabe el año, le queda por disputar el Nacional absoluto en Madrid. Si está Orlando Ortega, Quique será el principal candidato a la medalla de plata. Si el hispano cubano se ausenta, el deportista FER se perfilará como el gran aspirante al triunfo.
Después, si la pandemia lo permite, Quique Llopis retomará su gran sueño olímpico. Aunque la mínima exigida para estar en Tokio sea tremendamente complicada y prácticamente inalcanzable, 13,32, el atleta valenciano sabe que tiene entreabierta la puerta del ranking internacional, la vía que premia la regularidad. En el estadio olímpico de Tokio, habrá 40 competidores en los 110m vallas. En la actualidad, Llopis ocupa la plaza 52ª. No parece del todo utópico alcanzar el deseado pasaporte. La lucha se retomará a partir del próximo año… si el covid-19 no lo impide.