Es gimnasta, y de gran nivel, pero podía ser, por ejemplo, una atleta especializada en los 3.000m obstáculos. O también, una consumada maratoniana. Valga esta licencia para reflejar la condición, casi de superviviente, que ostenta Polina Berezina. La deportista FER no lo ha tenido fácil. Pocas veces ha disfrutado de viento de cola. Pero, gracias a su perseverancia, a su personalidad, a su mentalidad y a su valentía, nunca se ha rendido. Pese a las dificultades de todo tipo encontradas en su camino, siempre se ha rebelado. Y todo, por un sueño: ser olímpica. No lo pudo conseguir en Tokio. Ahora, lo intenta, con todas las fuerzas, de cara a París 2024. Su última oportunidad.
A partir de mañana, 14 de septiembre, la gimnasta FER afronta en Bulgaria un nuevo Campeonato del Mundo, el torneo con el que pondrá punto final a la temporada 2022. Será su sexto certamen universal. Hasta el momento, de los cinco anteriores, firmó su mejor actuación en el de 2019, disputado en Bakú, en el que ocupó la 22ª posición de un total de 105 competidoras. El pasado año, también en Bulgaria, concluyó en la 25ª plaza de un total de 61 competidoras. En la edición de este año, el sistema de competición es el mismo. Polina y la también española Alba Bautista harán los 8 aparatos en la jornada de calificación. Es decir, Polina hará cuatro ejercicios. Contarán las tres mejores notas y se descartará la peor. Las 18 mejores clasificadas a la conclusión de esta jornada inicial, con un máximo de dos por país, accederán a la final individual del all around o concurso completo. “Espero, por supuesto, estar entre esas 18 finalistas. Es el objetivo innegociable que me he planteado y quiero cumplirlo”, señala Berezina.
Hace ahora tres meses, a mediados de junio, Polina estuvo presente en el Campeonato de Europa, en Israel. En la jornada de clasificación, se mostró segura. En el día de la final alll around, estuvo más errática. Las caídas sufridas en los ejercicios de mazas y cinta le impidieron lograr un mejor resultado. De las 24 finalistas, concluyó en la 23ª y penúltima plaza. “Del Europeo, no tengo gratas recuerdos. En ningún momento, me encontré cómoda».
Volví de Israel con un mal sabor de boca. Afortunadamente, las sensaciones han mejorado después de la Copa del Mundo que disputé en Rumanía a finales de agosto. Tampoco estuve del todo pletórica, pero sí, mejor que en el Campeonato de Europa. Me ha dado más confianza”, comenta la deportista del Proyecto FER.
En las últimas semanas, determinados contratiempos surgidos en su día a día deportivo han vuelto a poner a prueba su estabilidad emocional y deportiva. De momento, Polina, de 24 años, los ha vuelto a sortear. “Físicamente, me encuentro en buenas condiciones. A nivel técnico, creo que tengo los cuatro aparatos bastante controlados. Además, me identifico con ellos. Me siento bien ejecutándolos. Sólo me hace estar plenamente concentrada y minimizar los errores, evitar las caídas. Ni más ni menos que lo que hice el fin de semana del 3 y 4 de septiembre en la San Marino Cup. Si lo consigo, tengo muchas posibilidades de ser una de las 18 finalistas”, afirma Polina Berezina, cuya principal gasolina para el futuro es el Campeonato del Mundo de 2023, previsto en Valencia. La gimnasta alicantina se estremece cuando piensa en sellar en casa su pasaporte para los Juegos Olímpicos de París. A ese escenario, a esa esperanza, a esa ilusión, se aferra para seguir superando obstáculos.
Días de competición:
- Miércoles 14, jornada de clasificación con dos aparatos, aro y pelota. Ese mismo día, las 8 mejores disputan las finales de esos ejercicios
- Jueves 15, jornada de clasificación con dos aparatos, mazas y cinta. Ese mismo día, las 8 mejores disputan las finales de esos ejercicios
- Sábado 17, jornada de la final del all around con las 18 mejores de la clasificación.