Suena la pistola. Señal de salida. Arranca oficialmente la temporada internacional de ciclismo en pista. Y el inicio no puede ser más espectacular. Del 16 al 20 de octubre, la ciudad holandesa de Apeldoorn acogerá la décima edición del Campeonato de Europa, evento de campanillas y puntuable en la carrera hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Como viene siendo habitual en los últimos grandes certámenes, ya sean continentales o universales, el Proyecto FER estará representado en el velódromo holandés por Sebastián Mora y por Alejandro Martínez Chorro. Sebastián disputará el scratch y, sobre todo, la madison, su gran especialidad. Mientras, Alejandro competirá, una vez más, en la velocidad por equipos. A pocos días de afrontar esta gran cita, éstas son las reflexiones de ambos ciclistas.
Sebastián Mora: “La exigencia de medalla no es presión; es motivación”
Aspiramos a lo máximo. Y lo máximo es ganar. Para nosotros, que se nos exija el podio no es una presión, es un halago y una motivación. Además, llevamos dos Campeonatos de Europa sin medallas. Queremos volver a conseguir un gran éxito en la prueba de madison. He de decir que también disputaré el scratch, pero con menos expectativas que en la madison, mi prueba principal.
En la madison de los Juegos de Tokio, competiremos 16 parejas, correspondientes a otros tantos países. Y en cuanto a nuestras opciones de competir en los Juegos Olímpicos, ahora mismo diría que estamos entre un 80 y 90% de opciones. Lo tenemos encarrilado, falta rematarlo.
Tenemos previsto disputar tres Copas del Mundo. La de Minsk (del 1 al 3 de noviembre), la de Glasgow (a la semana siguiente, del 8 al 10) y la de Hong Kong (a principios de noviembre). Sólo si no lográsemos los resultados previstos en estas tres, iríamos a la de Nueva Zelanda (6-8 de diciembre).
Alejandro Martínez Chorro: "Esperamos que nos salga una competición redonda y estar en el top 8"
El año no ha sido del todo bueno, la verdad, pero tampoco ha sido desastroso. Tanto en el Mundial absoluto como en los Juegos Europeos, las conclusiones fueron relativamente satisfactorias. Sí es cierto que me llevé una decepción en el Europeo sub-23. Pero de todo se aprende. Ya lo superé. Incluso, me puede haber beneficiado para afrontar las competiciones de otra manera. Ahora, ya estoy con los ánimos revitalizados.
Nuestro objetivo y nuestra ilusión es el TOP 8; es decir, llegar a las eliminatorias finales. Vamos a ver si, por fin, nos sale una competición redonda. Si no cometemos graves errores y no sufrimos ningún contratiempo, estoy seguro de que podemos conseguirlo.
No hay excusas. Es cierto que, aunque hemos mejorado, no lo hemos hecho como para dar un salto de calidad. Dicho esto, hay que ser realistas. El nivel que hay en nuestra prueba es tremendo, es durísimo. Pero no nos damos por rendidos. Seguiremos luchando para estar más arriba. Competir en Tokio 2020 es casi imposible, pero no nos resignamos. Lo buscaremos para París 2024.