Yolanda Soler, Miriam Blasco, Almudena Muñoz, Isabel Fernández, Ana Carrascosa, Laura Gómez, Sugoi Uriarte… El judo de la Comunitat Valenciana está trufado de auténticas leyendas. Algunas de ellas, incluso, obtuvieron, en su momento, históricos resultados internacionales en Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo o Campeonatos de Europa. Es decir, el judo valenciano tiene una brillante historia, un pujante presente (personificado, básicamente, en Ana Pérez Box, Salvador Cases y Mireia Rodríguez Salvador) y un ilusionante futuro, abanderado por dos de las nuevas caras del FER 2020: Marina Castelló y Aitana Fernández.
Haría lo que fuera necesario por llegar a unos Juegos Olímpicos. Siempre he admirado a una campeona como Isabel Fernández
Aitana Fernández
Ambas son naturales de la provincia de Alicante. Marina, nacida en Castalla, cumplió los 18 años durante el mes de abril (es junior de primer año). Por su parte, Aitana, natural de Torrellano, cumplirá en agosto los 17 (es cadete de último curso). Pese a sus incipientes trayectorias, las jóvenes deportistas FER ya acreditan un palmarés más que considerable. Las dos judocas pisaron por primera vez un tatami con menos de 7 años. Ambas quedaron enamoradas de los valores inherentes al judo. “En mi caso, señala Marina, empecé haciendo kárate, pero a los 7 años, coincidiendo con un cambio de residencia, una amiga me comentó que estaba en una escuela de judo muy buena. Me animé a probarlo y, desde el primer momento, me encantó. Empecé a conseguir resultados y a sentir que éste era mi verdadero deporte”, señala Castelló.
“Lo que más me gusta de mi deporte es la disciplina, el respeto, la seriedad que conlleva. Lo que menos, el judo suelo”, expresa Aitana Fernández. Mientras, Marina utiliza una palabra bien curiosa para definir su deporte. “El judo es como un acertijo, como un jeroglífico. Has de detectar los puntos fuertes y las carencias de tu rival para saber cómo atacarle y hacerte con el control del combate. En cambio, uno de los pocos aspectos que no me gustan es la cierta rivalidad que puedes llegar a establecer con un contrincante al que te enfrentas cara a cara. Sólo puede ganar uno”, comenta.
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Ahora, Marina Castelló se ha trasladado a Valencia para apuntalar su prometedora progresión en el CEAR de Benimaclet, donde entrena bajo la atenta mirada de dos de sus máximos referentes: Sugoi Uriarte y Laura Gómez. “Me considero muy competitiva. No obstante, me queda mucho por aprender y mejorar; sobre todo, a nivel técnico y en la forma de gestionar tanto los éxitos como los fracasos”, comenta la deportista alicantina. Hay un dato muy significativo. En su primer curso como junior, a principios del pasado mes de marzo, antes de que la irrupción de la pandemia del coronavirus, se proclamó campeona de España. Significativo. Ya lo había sido en 2019; en este caso, como cadete de último año.
Por su parte, Aitana Fernández desarrolla básicamente sus entrenamientos en el gimnasio de sus padres, en Torrellano (Alicante), “pero algún día de la semana me ejercito en el Centro de Tecnificación de Alicante y muchos fines de semana, cuando no hay competición, visito el CEAR de Valencia. Soy una deportista con mucho carácter, dura y que no se rinde fácilmente, pero tengo que mejorar los nervios a la hora de competir” afirma la deportista de Torrellano, campeona de España cadete en 2019.
Si por algo destacan ambas es por su afán de superación. Mientras compaginan la actividad deportiva con sus estudios de bachillerato, las dos nuevas judokas FER se marcan objetivos muy ambiciosos. En su mente, tienen una gran meta, un gran sueño: disputar unos Juegos Olímpicos. “Es la ilusión de mi vida, es la meta que me he propuesto para los próximos años, aunque sé que es muy difícil. Durante los últimos meses, me fijo en Julia Figueroa y Ana Pérez, que casi seguro serán olímpicas en 2021, y me digo a mi misma ‘yo también quiero llegar a ese nivel algún día”, apunta Marina, quien tiene como gran referente a la judoca argentina Paula Pareto, bronce en los JJOO de Pekín y oro en los de Río de Janeiro. Además, se graduó en Medicina. Admiro muchísimo su constancia y las ganas de hacer realidad las cosas que se plantea”, comenta Castelló.