Minsk, Rumanía, Kazán, Portugal… y como colofón, Bakú. Este es el recorrido que le espera al conjunto español de gimnasia rítmica en las próximas semanas. Un auténtico maratón de viajes y competiciones cuyo premio final es todo un tesoro: la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Aunque suene a tópico, el objetivo es muy difícil, pero no imposible; está carísimo, pero no es inalcanzable”, señala Ana Gayán, componente del Proyecto FER e integrante del combinado nacional.
La odisea de Ana y sus compañeras empezó este pasado fin de semana con la presencia en la Copa del Mundo celebrada en Minsk, Bielorrusia, un certamen que reunía a 21 países. España concluyó en la 12ª plaza. “El balance es relativamente satisfactorio. Aunque seguimos sin cuadrar plenamente los dos ejercicios, estamos reduciendo considerablemente los errores. Cada vez, los tenemos más controlados. Además, por igual. Tanto el de cinco pelotas, como el de tres aros y dos pares de mazas”, señala la gimnasta valenciana.
Tras competir en Minsk, el conjunto español va a enlazar otras tres Copas del Mundo de forma consecutiva: Cluj, Rumanía (del 23 al 25 de agosto); Kazán, Rusia (del 30 de agosto al 1 de septiembre); y Portimao, Portugal (del 6 al 8 de septiembre). Esta larga travesía desembocará en el Campeonato del Mundo de Bakú, del 16 al 22 de septiembre. “Desde luego, van a ser semanas muy duras, con muchos viajes y mucha exigencia, tanto mental, como física. Pero considero que van a ser beneficiosas. Creo que es mejor competir al máximo nivel para seguir rodándonos, para seguir perfeccionando nuestros ejercicios, para seguir puliendo errores y para llegar en las mejores condiciones posibles al Campeonato del Mundo de Bakú, el certamen en el que nos jugamos la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio”, comenta Ana Gayán.
Para lograr el anhelado pasaporte, España ha de ocupar una de las seis primeras plazas en Bakú. Ahora bien, si se cumplen los pronósticos y los combinados de Rusia, Bulgaria e Italia (que ya tienen el billete olímpico garantizado tras el Mundial de 2018) acaban entre los seis primeros, el conjunto español también se clasificaría para Tokio 2020 si ocupa una de los nueve primeros puestos en la general, tras la ejecución de los dos ejercicios. “No es fácil, la verdad. Hay que reconocer que el objetivo es complicado. Al margen de los que ya tienen plaza fija, hay equipos con un nivel altísimo: Japón, Bielorrusia, Israel, China, Azerbaiyán, Ucrania… Ya digo, el billete está carísimo, pero no es inalcanzable”, señala la deportista FER.
Si España no consigue el acceso a Tokio a través del Campeonato del Mundo de Bakú, todavía podría hacerlo mediante la vía del Europeo de 2020. En todo caso, el conjunto nacional se enfrenta a un gran reto y a una gran presión. Tras la medalla de plata lograda en Río de Janeiro, no estar en los Juegos de 2020 generaría un gran vacío. No obstante, el actual combinado español se afana en convertirse en digno heredero del subcampeón olímpico en 2016. El listón está muy alto, pero Ana Gayán y sus compañeras no quieren ser menos.