Existen diferentes criterios para calibrar la auténtica dimensión de un gran deportista. El tiempo invertido en llegar a la élite; su mayor o menor longevidad en la cúspide; sus valores y comportamientos más allá del simple ejercicio de la actividad deportiva; su carisma y personalidad; su capacidad para sobreponerse a las caídas; o su madurez para asumir o gestionar importantes novedades.
En estas dos últimas variables (tropiezos de cierta relevancia y cambios relevantes de escenarios), se encuentran dos atletas del Proyecto FER: Luis Salort y Enrique Llopis. Son dos deportistas cuyos huesos, pero también sus ilusiones, se han estrellado contra el tartán en momentos especialmente sensibles. Tan sensibles que se produjeron en el momento cumbre de la temporada. Además, por vicisitudes de la vida y del deporte, Salort y Llopis separan sus caminos. Tras muchos años de convivencia diaria, los dos atletas FER dejarán de entrenar conjuntamente.
Tras muchos años de convivencia diaria, los dos atletas FER dejarán de entrenar conjuntamente.
A Luis Salort no era la primera vez que le pasaba, pero sí, posiblemente, resultó la más dolorosa. Y no tanto en lo físico, que también; sobre todo, en lo anímico. La caída sufrida el pasado 11 de julio en Finlandia, durante el Campeonato del Mundo sub’20, es de las que dejan huella. De las que no se olvidan fácilmente. El atleta gandiense estaba protagonizando una antológica semifinal de los 110m vallas. Ocupaba la segunda plaza. Tenía la clasificación para la final totalmente asegurada, pero a falta de tan solo 30 metros, en el antepenúltimo obstáculo, tropezó y se estrelló contra el tartán. Unas décimas de segundo que resultaron fatídicas y que le impidieron rubricar una gran temporada, en la que fijó el récord de España sub’20 de los 110m vallas en unos espectaculares 13,31m.
Quién sabe si la desgracia vivida en Finlandia ha podido influir en los acontecimientos posteriores. Lo cierto es que, tras el verano, Luis Salort, de 19 años, dio un golpe de timón a su trayectoria deportiva. El gandiense dejó de pertenecer al Club de Correr El Garbí y, sobre todo, cambió de entrenador. Tras formar un binomio tan longevo como exitoso con el reconocido entrenador Toni Puig, Salort inaugura una nueva etapa y, desde ahora, está entrenado por el no menos prestigioso Rafa Blanquer. En 2019, el gandiense pasa a ser sub’23, cuyo Campeonato de Europa se celebra en Suecia. También Enrique Llopis está obligado a levantarse tras una caída. En su caso, el tropiezo también se produjo en el Campeonato del Mundo sub’20 de Finlandia. La diferencia reside en que Llopis cayó en la final; en concreto, en el primer obstáculo de la final. Al deportista de Bellreguard apenas le dio tiempo a saborear el enorme éxito que representaba su presencia en la final, pese a ser sub’20 de primer año.
Por contra, Quique sí se mantiene bajo las órdenes de Toni Puig.
Llopis ya no volverá a compartir el día a día deportivo con Salort. También Enrique ha abandonado el Club de Córrer El Garbi. Por contra, Quique sí se mantiene bajo las órdenes de Toni Puig. Ambos, entrenador y deportista, se han integrado ahora en el Club de Atletisme Gandia, entidad de reciente creación en la comarca de la Safor. En 2019, Llopis cumple su segundo y último año como junior o sub’20. Defiende el récord de España de la categoría con obstáculos situados a categoría absoluta. Lo fijó durante la pasada temporada con un crono de 13 segundos y 88 centésimas. Para este nuevo ejercicio, será uno de los grandes favoritos en el Campeonato de Europa sub’20, previsto en Suecia para el mes de julio. Quique Llopis y Luis Salort, dos atletas de presente y, sobre todo, de futuro, ante auténticas pruebas de madurez: olvidar las caídas y aclimatarse a los cambios. La respuesta, en breve.