El triatlón no es un deporte al uso. Su originalidad se debe a diversas y variadas razones. La más poderosa reside en la peculiaridad de combinar tres disciplinas diferentes: natación, atletismo y ciclismo. Además, su magnetismo va en aumento. Cada vez son más sus incondicionales. Es una práctica en clara expansión. Y además, su desarrollo no coincide con los tiempos convencionales de una temporada deportiva. Mientras la mayoría de las especialidades y competiciones ya han alcanzado su velocidad de crucero, los triatletas descansan. Nunca mejor dicho, hibernan. Cerraron el pasado ejercicio a principios de octubre. No volverán a nadar, pedalear y correr hasta el mes de marzo. La llegada de la primavera alumbrará el regreso de estos abnegados deportistas. También para los tres triatletas del Proyecto FER: Roberto Sánchez Mantecón, Javier Lluch Pérez y José Vicente Arzo. En todo caso, los tres ya empiezan a retomar los entrenamientos.
Para Roberto Sánchez Mantecón, el curso 2016 ha sido de aprendizaje y adaptación. El deportista de Manises, que en febrero cumplirá 21 años, ha estrenado durante este ejercicio su condición de sub 23. “Mi balance es positivo. Aunque no he firmado ningún gran resultado, pienso que he estado a un nivel alto todo el año. Además, con bastante regularidad”, apunta Roberto. Se queda con dos resultados: una octava plaza en la primera prueba de la Bundesliga alemana de triatlón, y el tercer puesto en el Gran Premio de España Cofidis celebrado en Almería. “En 2016 no pude conseguirlo; pero, de cara al próximo año, sí que he de alcanzar como sea la clasificación para el Europeo y Mundial sub 23. Además, también quiero empezar a disputar ya alguna Copa del Mundo absoluta; por ejemplo, me planteo participar en la de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, del mes de febrero”, concluye el deportista FER.
Mientras, Lisboa y mayo de 2016 serán dos coordenadas geográficas y temporales imposibles de olvidar para Javier Lluch Pérez. Representan el lugar y el momento de un sonoro éxito. Ni más ni menos que la consecución de la medalla de oro en el Campeonato de Europa junior. Todo un golpe de efecto. Un espectacular éxito que solo ratificó las enormes expectativas que despierta Javier, natural de Valencia y de 18 años de edad. Alojado desde hace dos temporadas en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, el triatleta FER ya ha formado parte de alguna convocatoria elaborada por la Federación Española para competiciones de categoría absoluta. Otro indicio más de su irresistible crecimiento. En 2017, cumplirá su segundo y último año como junior. Su nombre y silueta ya no pasan desapercibidos. Se enfrenta, por tanto, al curso de la consolidación. De su confirmación como proyecto de triatleta de referencia en España a medio plazo.
El tridente FER lo completa José Vicente Arzo, paratriatleta de largo recorrido a nivel nacional e internacional. A pesar de sus 53 años, el deportista de la Vall d’Uixó sigue representando todo un modelo de superación ante las limitaciones físicas. Tras competir en atletismo en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, y hacerlo en ciclismo en Pekín 2008, este año no pudo cumplir su objetivo de clasificarse para participar en el paratriatlón de Río 2016. Sí estuvo presente en el Europeo de Lisboa (sexta plaza) y en el Mundial de Rotterdam (octava posición). De momento, se plantea seguir estirando su cuerda competitiva un año más. Los tres empiezan a desperezarse. Acaban los descansos. Arrancan sus pretemporadas.
