Al tiempo que David Casinos anunciaba oficialmente que abandona el máximo nivel del atletismo, todas las miradas se dirigían hacia dos jóvenes componentes del Proyecto FER. Ellos simbolizan el presente y el futuro. Desde ya, heredan el brillante legado que ha dejado el laureado deportista de Moncada. Kim López y Héctor Cabrera, ambos con discapacidad visual, asumen el reto de conseguir que el peso, el disco y la jabalina sigan volando alto. Lleguen muy lejos. Aporten éxitos y felicidad. Su fiabilidad y calidad ya han quedado demostradas. Los dos atletas valencianos ya se han doctorado a nivel internacional. En breve (del 14 al 23 de julio), vuelven a examinarse en un contexto de campanillas: el Campeonato del Mundo en Londres. Pero con una sensible diferencia respecto de los anteriores eventos: sin David Casinos en las jaulas y círculos de los lanzamientos, ellos son ahora las referencias. A ellos van a alumbrar todos los focos.
Kim López (04/01/1989) está considerado como el sucesor natural de David Casinos. Su figura deportiva adquirió una nueva y espectacular dimensión el pasado 8 de septiembre de 2016, fecha en que se proclamó campeón de los Juegos Paralímpicos de Río en lanzamiento de peso F12. Con anterioridad, ya había coleccionado oros europeos y platas mundiales. Es un atleta llamado a ejercer un sólido reinado durante muchos años. Con 28 años, y en plena madurez, pocos dudan de que Kim López va a convertirse en un poderoso referente del deporte paralímpico nacional e internacional.
En pocos días, afronta el enorme desafío de adjudicarse la corona universal en el Campeonato del Mundo de Londres. Los pronósticos le dan como favorito indiscutible para ascender a lo más alto del podio. Hace unos meses, Kim asumía el desafío con total naturalidad. Incluso, deslizaba su intención de establecer un nuevo récord del mundo de peso F12 (en Río, llegó hasta los 16,44, se quedó a tan solo 20 centímetros). Ahora, sin embargo, se muestra más cauto. Y todo por unas molestias en su mano derecha que posiblemente le obliguen a pasar por el quirófano tras competir en Londres.
Por su parte, Héctor Cabrera lleva esperando el Campeonato del Mundo de Londres desde el pasado 15 de septiembre. Al joven atleta de Oliva, de 23 años de edad, le sigue doliendo la espina que le clavó el paso por los Juegos Paralímpicos de Río. Pleno de ambición, Héctor estaba convencido de que ascendería al podio en el Estadio Olímpico de la capital carioca en el lanzamiento de jabalina F12. Sin embargo, tuvo que conformarse con la quinta plaza. Decepción. Un premio menor. Una deuda consigo mismo que pretende saldar en pocos días en la capital inglesa.
Plenamente recuperado de la operación de espalda a la que se sometió a finales de 2016, el deportista valenciano se presenta en el estadio londinense con la cuarta mejor marca de la temporada. En principio, una tarjeta suficiente para superar la quinta plaza de Río 2016 y la quinta plaza del Mundial de Doha de 2016. Pero Héctor no se conformará con rondar el podio. Quiere invadirlo. Su día D llegará durante la jornada inaugural del evento, el viernes 14.
El Proyecto FER contará en este Campeonato del Mundo de atletismo paralímpico en Londres con un último representante: Iván José Cano Blanco. El deportista alicantino (integrado en la categoría F13, también de discapacidad visual) volverá a desdoblarse. Afrontará los 100m y el salto de longitud. En esta última, ya fue plata en el Mundial de Doha de 2015 y se proclamó campeón de Europa en el certamen continental de 2016 en Grosseto. Iván cruza los dedos para que a finales de año el Comité Paralímpico Internacional incluya esta modalidad en el programa de los Juegos de Tokio 2020. Si así ocurriera, el FER y el propio Iván recibirían una gran noticia.