El nombre de Lorena Segura Moreno (Valencia 03/06/2000) ya forma parte de la historia del Valencia Basket. Es toda una pionera. El pasado 1 de abril, la joven deportista del Proyecto FER se convirtió en la primera fémina en inscribir su nombre en el “Mur dels Somnis”, ese lustroso y selecto panel en el que figuran todos los jugadores formados en la cantera del club de la Fonteta y que han disfrutado de minutos en el primer equipo. Lorena alcanzó tal honor un 23 de marzo, el día en el que disputó 2 minutos y 45 segundos durante el encuentro de la Liga Femenina entre el Valencia Basket y el Araski de Vitoria.
Dos hitos que representan dos enormes inyecciones de vitalidad. Dos grandes dosis de ilusión para “seguir alimentando mi sueño de llegar a ser una buena jugadora de baloncesto, un deporte que forma parte del ADN de mi familia, que en mi casa es como una religión”, expresa Lorena.
La saga de los Segura Moreno podría componer un quinteto sobre la cancha. Y aún habría un sexto componente para dar rotaciones. Lorena es la segunda de 6 hermanos. Tres chicos y tres chicas. Y todos practican el baloncesto. Ella, en concreto, empezó su vinculación con este deporte a los 8 años, en el colegio Don Bosco. “La pasión por la pelota naranja y por las canastas están en nuestros genes. Rafa, mi padre, siempre ha sido socio y un auténtico forofo del Valencia Basket. Yo y todos mis hermanos íbamos a ver los partidos de La Fonteta desde pequeños. Recuerdo imágenes de mis primeros encuentros como espectadora. Estábamos sentados cerca de la charanga, no faltaban las palomitas y los refrescos, y nos quedábamos afónicos de cantar y animar”, evoca la nueva componente del Proyecto FER.
Lorena Segura actúa como base; “pero, gracias a mi altura, también puedo ejercer de escolta. Precisamente, éste es mi punto fuerte: mi corpulencia, mis condiciones físicas. También creo que sé leer el juego bastante bien, tengo un don especial que me hace ser intuitiva y bastante rápida mentalmente. Por otra parte, soy consciente de que aún tengo mucho que mejorar. Además, en todos los niveles: mental, físico y táctico. Pero no me desespero. Reconocer mis debilidades es un buen punto de partida para progresar. Soy muy joven. Estoy convencida de que iré creciendo”, explica la jugadora valenciana.
Desde luego, no será por actitud, esfuerzo, compromiso y talante. “Me considero una persona muy trabajadora, dentro y fuera de la pista. Mi día a día es frenético, casi una locura de principio a fin. Tengo muy poco tiempo libre. No quiero descuidar el ámbito académico. Estudio el Grado en Medicina. Entre las clases, las prácticas y los entrenamientos, voy de cabeza. Pero no me quejo. Además, soy optimista por naturaleza y siempre me gusta ver el vaso medio lleno”, comenta Lorena.
Gran parte de esa disciplina y carácter metódico se lo ha transmitido el deporte de la canasta. “El baloncesto me ha enseñado muchas cosas. Aprender a organizarme, a trabajar en equipo, a descubrir que, sin esfuerzo, no hay nada. A ser más respetuosa, a saber ganar y a saber perder…”, explica la deportista del Proyecto FER. A la hora de señalar algún referente en su deporte, Lorena es categórica. No titubea. “Me quedo con Queralt Casas. Me parece una jugadora espectacular. Lo tiene todo. Calidad, condiciones físicas, carácter… Cuando me enteré de que venía a Valencia la próxima temporada, me llevé una tremenda alegría”, señala la jugadora taronja.
La componente del Valencia Basket vivió en 2018 una gran experiencia. Contribuyó a la medalla de plata que la selección española logró en el Europeo sub-18 de Italia. Ahora, forma parte de la preselección que prepara el Mundial sub-19. Son 16 las convocadas. Irán 12. Cuatro se quedarán en el camino. Lorena sueña con estar en Tailandia del 20 al 28 de julio. Y seguir reforzando su condición de pionera.
La pasión por el baloncesto está en el ADN de mi familia
Lorena Segura