Llopis, Thierry, Mirón, Ureña, Eusebio, Tayb… emociones a flor de piel

Por fuerza, por definición, el reciente Campeonato de España de atletismo al aire libre tenía que resultar apasionante. Sobre todo, por una poderosa razón: la inminencia de los Juegos de París. En unos casos, el torneo celebrado durante este pasado fin de semana en La Nucía representaba la última oportunidad para conquistar las célebres mínimas olímpicas. Centímetros (hasta milímetros) y centésimas (hasta milésimas) decisivas. En otros, el evento iba a ejercer de filtro, de selectivo, en pruebas que reunieran a diversos deportistas con los requisitos cumplidos. Por todo ello, La Nucía ha vivido tres jornadas de mucha intensidad, de alto voltaje emocional y de gran trascendencia. Repasamos lo que ha dado de sí el Campeonato de España para el Proyecto FER. Sensaciones a flor de piel.

Quique Llopis no atisba límite

Para Quique Llopis, el éxito empieza a convertirse en rutina. El atleta valenciano (Bellreguard, 23 años) reeditó el oro alcanzado en el Campeonato de España del pasado año. Sin embargo, la noticia ya no es la victoria. Lo realmente llamativo es la forma con la que llegan sus triunfos. Ayer, no sólo superó claramente al navarro Asier Martínez en los 110m vallas (ya son tres ocasiones consecutivas en apenas 20 días). Además, volvió a sacudir, a zarandear el crono. Su carrera resultó perfecta, excelsa, una obra de arte. Su registro, colosal, imponente, antológico: 13:09. El récord de España, esos 13:04 de Orlando Ortega, se encuentra seriamente amenazado. De esta forma, el deportista FER ha completado un inolvidable mes de junio: medalla de plata en el Europeo de Roma; victoria, con 13:21, en el prestigioso Mitin de Madrid; y triunfo, ayer, en el Nacional de verano. A un mes de los Juegos, la ilusión es inevitable.

Thierry Ndikumwenayo reduce a Adel Mechaal

36 horas antes de competir en el Campeonato de España, Thierry Ndikumwenayo no se encontraba del todo bien. Algunas décimas de fiebre y algo de malestar. Por fortuna, la indisposición fue breve y pasajera. Le pudo afectar en cierta medida, pero no lo suficiente para impedirle una espectacular victoria en los 5.000 metros. La prueba se convirtió en un cara a cara entre Thierry y Adel Mechaal. El atleta FER siempre estuvo al mando de las operaciones. De principio a fin. Sin fisuras. Así, hasta que, nada más empezar la última vuelta, soltó un demoledor ataque. Mechaal quedó sin argumentos, sin respuesta. Un abismo separó a ambos deportistas. Ahora, Ndikumwenayo regresará a los Pirineos para apuntalar su excelente estado de forma.

Javier Mirón: lágrimas tras una prodigiosa reinvención

Diez. Es el número de carreras que ha afrontado Javier Mirón (Ibi, 24 años) en el último mes y medio, desde el 11 de mayo. Todo un maratón. Un esfuerzo denodado y brutal para buscar el pasaporte olímpico. Un camino durísimo que, además, ha presentado una particularidad. Ante las dificultades que encontraba en los 800 metros, complicaciones, sobre todo, por la feroz competencia doméstica, el atleta alicantino evolucionó hacia los 1.500m, distancia en la que podía tener más opciones. Dio el primer paso el 18 de junio, jornada en la que hizo en Bilbao la mínima exigida por la Federación Española. Reforzó su candidatura con su más que correcta actuación en el Mitin de Madrid, el 21 de junio. Y pudo rematar la faena ayer, con su monumental y valiente carrera en el Campeonato de España: medalla de plata y un crono de 3:36:15. Hay que esperar unas horas para confirmar la buena nueva. Pero Mirón atisba París. De ahí, sus lágrimas, su incontenible emoción.

Jorge Ureña: lección de carácter a la espera de noticias

Hay atletas que logran emocionar. Sobre todo, por su carácter, por su talante, por su generosidad en el esfuerzo. Siendo enormes deportistas, no son grandes talentos naturales. Por tanto, han de tirar de espíritu para compensar ciertas carencias. Es el caso de Jorge Ureña (Onil, 31 años). El ‘combinero’ alicantino, que ya acumula muchas cicatrices, físicas y mentales, por el paso del tiempo y la extrema dureza de su prueba, volvió a conmovernos con su lección de pundonor. Sin estar en plenitud de condiciones (sin ir más lejos, una semana antes, había abandonado en Ratingen), hizo lo posible y lo imposible para buscar la mínima exigida por la Federación Española en el decatlón (8.150 puntos). Desde el principio, desde la primera prueba, se vio que estaría en el límite. Salió cruz. Pese a su agonístico final en los 1.500m, se quedó a las puertas (8.102 puntos). Oro agridulce. Ahora, hay que esperar a una medida de gracia. Si la hubiera, no sería injusta. Al contrario.

Eusebio Cáceres: sin Juegos, pero con grandeza

Pese a firmar uno de sus mejores concursos en mucho tiempo, el veterano atleta alicantino (Onil, 33 años) no pudo adjudicarse su séptimo título de campeón de España al aire libre en salto de longitud. Su clasificación para los Juegos de París era virtualmente imposible. La única opción pasaba por alcanzar los 8,27m exigidos por la Federación Internacional. Hoy por hoy, una utopía. Eusebio hizo dos saltos válidos (uno de ellos, un excelente 8,07m, mejor registro del curso 2024) y cuatro nulos. Ahora bien, el cuarto y último de esos nulos, que coincidía con el brinco que cerraba la prueba, resultó muy ajustado, muy polémico. Era muy largo. Quizás, superior a los 8,17m que le dieron el oro a Jaime Guerra. No hubo ni medición. Eusebio tuvo que conformarse con la plata y, sobre todo, tuvo que aguantar su tristeza y su frustración. Pese a todo, demostró que ha sido y sigue siendo un atleta ejemplar.

Tayb Loum Pascual: un diamante en bruto

Tan primoroso en lo físico como castigado por la mala suerte. Tan prometedor atleta como maltratado por los contratiempos. Así puede definirse a Tayb Loum Pascual (Moncada 20 años, sub-23 de primera temporada). El joven deportista FER se aferra al decatlón porque, mientras compite, quiere divertirse. Descarta encasillarse en una única prueba. Es todo un síntoma de su talante, de su forma de ser, la que le permite levantarse, una y otra vez, de la larga lista de desdichas que, pese a su juventud, ya acumula su currículum. En este caso, en La Nucía, tampoco faltó la fatalidad. Se le rompió la pértiga en plena competición, accidente que, al margen del susto físico (sufrió una caída), le privó de unos preciosos puntos (al final, se quedó en 7.373 puntos). Pese a ello, el atleta del Club Atletisme Sprint Moncada asombró con sus prestaciones en los 100m, en los 400m, o en la longitud. Con sólo 20 años, se colgó el bronce. En cuanto mejore los lanzamientos… En dos semanas, disputará en Burgos el Nacional sub-23.

Fotografías: Real Federación Española de Atletismo | Vídeo: Federación de Atletismo de la Comunitat Valenciana