Sólo lleva dos años corriendo pruebas de larga distancia. Apenas ha disputado cinco medios maratones. En su palmarés, figura un único Maratón… Con tal tarjeta de presentación, a Laura Méndez (Almussafes, 32 años) se le puede aplicar aquello de “llegar y besar el santo”. Porque, en efecto, la nueva deportista FER es un ejemplo de precocidad. Laura no ha necesitado mucho tiempo para conseguir un objetivo que no se había trazado de forma inmediata. “Mi sueño, por supuesto, era ser olímpica. Pero no pensaba que lo podría cumplir tan pronto. Mis planes se dirigían, más bien, hacia París 2024. Sin esperarlo, la verdad, he acortado los plazos, pero bienvenida sea esta precipitación de los acontecimientos”, comenta, con una mezcla de risas, sorpresa e ilusión, la atleta valenciana.
Laura Méndez todavía se estremece cuando recuerda la hazaña firmada un domingo 18 de abril en Holanda, en el aeropuerto de Twente, escenario de un Maratón clasificatorio para los Juegos de Tokio. “Acudí sin demasiadas expectativas. En realidad, me enfrentaba a un escenario inédito y desconocido. Nunca había corrido la distancia de los 42 kilómetros. Aunque el recorrido era totalmente llano y me favorecía, no sabría cuál sería mi respuesta. Por supuesto, conocía cuál era la mínima olímpica exigida, pero, sin descartarla, pensaba que todavía no estaba a mi alcance. No era conformismo, era realismo. Sin embargo, me salió una carrera perfecta. Y bajar la marca exigida por tan solo dos segundos tras un agónico sprint final fue lo máximo”, señala, emocionada, la maratoniana nacida en Almussafes, pero residente en Sagunto desde hace 13 años.
Durante su etapa como sub-20 y sub-23, Méndez consiguió diversas medallas de plata y de bronce, tanto en los Campeonatos de España al aire libre como en pista cubierta, y tanto en los 1.500m como en los 3.000m. Su definitiva inmersión en las largas distancias llega a partir de 2019, año en el que corre su primer medio maratón, el de Valencia. Hasta la fecha, ha completado 5 carreras de 21 km. Su mejor crono es 1:12:58, establecido en el Campeonato del Mundo de Medio Maratón de 2020, celebrado en Polonia durante el pasado mes de octubre. El resto de la historia ya se sabe. Tuvo su punto culminante el pasado mes de abril en Holanda. “Gran parte de culpa de que yo vaya a ser olímpica la tiene Manolo Ripollés, mi entrenador desde hace 13 años. De hecho, fue la primera persona a la que llamé y con quien compartí mi emoción nada más lograr el pasaporte olímpico”, recuerda Laura.
Con respecto a la cita olímpica, la nueva componente del Proyecto FER ya conoce las características que tendrá la prueba. Las 96 participantes tendrán que dar tres vueltas a un circuito. La primera, mucho más larga. Las otras dos serán más cortas y repetirán parte de la vuelta inicial. “Aunque se disputará en la ciudad de Sapporo, va a haber bastante calor y humedad. Posiblemente, las condiciones no sean tan duras como las que nos hubiéramos encontrado en Tokio, pero serán difíciles. Además, el recorrido no es plano. Tiene sus subes y bajas. No es el perfil que más me gusta, pero no hay excusa. Vamos a competir en unos Juegos y esto no ocurre todos los días” señala Méndez, que será una de las 96 participantes. “Mi objetivo es darlo todo, pero acabar entre las 40 primera ya sería un muy buen resultado”, comenta.
Lo que sí puede asegurar Laura Méndez es su intención de intentar cubrir el nuevo ciclo olímpico. La atleta valenciana quiere estar en París 2024. Si con poco bagaje y experiencia ha logrado el billete olímpico, “se supone que, con más tiempo y preparación, lo puedo volver a conseguir. Yo ya tengo el escenario ideal. Lograr la mínima para París en el Maratón de Valencia. Dónde hay que firmar”, se pregunta. Antes, el presente más rabioso le lleva a Tokio. La maleta ya está preparada. Y está rebosante de ilusión.