Laura Casabuena regresa a los tapices con el foco en el Campeonato de Europa

Hace ahora un año, Laura Casabuena estaba inmersa en su particular maratón, en un camino tan tortuoso como exigente. La gimnasta del Proyecto FER era protagonista de una durísima peripecia. En apenas dos meses, tenía que disputar cuatro Copas del Mundo para conseguir su gran sueño: clasificarse para los Juegos de París. Por delante, una auténtica montaña rusa de resultados y de emociones. Tras un esfuerzo descomunal, tanto en lo físico como en lo mental, Laura pudo disfrutar de un final feliz. La deportista alicantina lograba el billete olímpico. Lo selló en Doha, sede de la cuarta y última Copa del Mundo. Además, a lo grande, en dos aparatos: en barra de equilibrios y en suelo. Mucho sufrimiento, enorme recompensa.

Un año después, la realidad de Laura Casabuena es radicalmente distinta. La gimnasta alicantina empieza a retomar, poco a poco, los entrenamientos después de estar lesionada de su pie derecho desde el pasado mes de octubre. “Nada más volver a la actividad tras los Juegos Olímpicos, empecé a sufrir dolores en el pie derecho. No acababan de dar con el diagnóstico. Finalmente, todo se debía a un ligamento roto. Durante todo este tiempo, prácticamente cinco meses, no he tocado los aparatos, salvo, en algunas ocasiones, las barras asimétricas. Ahora, ya estoy recuperando la normalidad. Espero estar bien en dos o tres semanas. Y, sobre todo, espero encontrarme en óptimas condiciones para afrontar, a mitad de mayo, el Campeonato de Europa con plenas garantías”, señala la deportista FER. 

Laura Casabuena (Alcoi, 19 años) está inmersa en su auténtico ciclo olímpico. La presencia en París se convirtió en todo un regalo. Lo busco con ahínco y perseverancia, pero Laura siempre fue consciente de que su verdadero momento es el actual, el periodo que confluirá en Los Ángeles 2028. “Por edad, por experiencia, por físico, mi ciclo real es éste. Si todo va bien y me respetan las lesiones, a Los Ángeles llegaré con 22 años. Es decir, en plena madurez. Ahí, sí que podré plantearme objetivos más ambiciosos, como ser una de las 24 clasificadas para la final all around. Además, seguro que las vivencias y las enseñanzas de París, tanto en lo personal, en lo emotivo, como en lo deportivo, me serán muy útiles para aplicar en los Juegos de 2028”, comenta la deportista de Alcoi.

Casabuena recuerda París con sentimientos enfrentados: Fiel a su proverbial inconformismo, la joven gimnasta alicantina (Alcoi, cumplirá 19 años en diciembre) no acabó plenamente satisfecha con sus más que correctas prestaciones en su estreno olímpico (35ª plaza de 60 competidoras y primera de las tres españolas). En su mente, predominaba el lamento por haberse quedado relativamente cerca de convertirse en una de las 24 deportistas que, tres días más tarde, iban a disputar la final del concurso completo. Porque, en efecto, Laura acarició uno de esos 24 pasaportes tan preciados, tan deseados. “Fue una pena. Yo creo que cumplí en suelo, en salto y en barras asimétricas. Sólo me sobró la caída sufrida en el ejercicio de barra de equilibrios. Sin esa laguna, es muy posible que hubiera accedido a la final individual. No obstante, para ser mi primera experiencia olímpica, y visto con perspectiva, tengo razones para estar moderadamente satisfecha”, señala

Durante los próximos meses, además, Casabuena se marca el objetivo de mejorar en los dos aparatos que no son su especialidad y en los que tiene margen de progresión: “He de ser mejor en salto y en barras asimétricas. No es que se me den mal, pero siempre han estado un poquito por debajo de la barra de equilibrios y, sobre todo, de suelo. Sé que, si quiero ser más competitiva y equilibrada, tengo que dar un paso adelante en estos dos ejercicios”, comenta Laura, dispuesta a abanderar a la artística femenina española en los próximos años.

En 2025, las principales citas serán el Campeonato de Europa, previsto a finales de mayo en Alemania (en principio, iba a ser en Israel) y el Campeonato del Mundo, fijado en Yakarta, Indonesia, entre el 19 y el 25 de octubre. Para Laura Casabuena, arranca un camino con una meta muy concreta y definida. Ha demostrado que posee las condiciones, el talento, la clase y la personalidad que requiere un ámbito tan exigente como la gimnasia artística. Sólo hace falta que le respeten la salud y las lesiones. La última, felizmente, empieza a ser historia