En los últimos tiempos, pocos años han sido tan tortuosos y complicados como este 2020, que ya encara su recta final. Una vez más, el deporte ha ejercido de contrapeso a las penalidades que ha ofrecido el curso. Los acontecimientos deportivos se han convertido en una válvula de escape ante la preocupación reinante. Y los éxitos de nuestros atletas, en el mejor revulsivo. Entre hoy y mañana, queremos destacar a algunos de los jóvenes componentes del Proyecto FER que se han revelado como valores al alza. Como grandes esperanzas de futuro. Como activos muy prometedores. Los tres protagonistas de hoy son Miguel Guzmán, Aitana Crespo y Marina Castelló.
Miguel Guzmán Tafalla
Triatleta y atleta por igual, el joven deportista de Náquera (cumplirá la mayoría de edad en abril) no sólo sobresale por compaginar, al máximo nivel, estas dos disciplinas. Además, es capaz de brillar en ambas. A principios de marzo, pocos días antes de que la pandemia del coronavirus estallara con toda su crudeza, Miguel Guzmán se proclamó campeón de España sub-18 de los 3.000m en pista cubierta. A finales de agosto, cuando la actividad deportiva empezaba a reaparecer, Miguel logró la medalla de oro en el Campeonato de España junior de triatlón. Por último, a finales de septiembre, todavía se adjudicó un tercer metal: plata en los 5.000m del Nacional sub-18 de atletismo, evento que disputó seriamente condicionado tras la lesión que le provocó en el codo una caída pocos días antes de competir en Tarragona.
Al margen de todos estos éxitos, todavía hay un hecho más significativo. Desde finales de julio, Miguel Guzmán disfrutó de un enorme privilegio: convivió, durante cuatro semanas, con el grupo de entrenamiento de Javier Gómez Noya en Galicia. El ilustre triatleta nacional había conocido la progresión del joven deportista FER y le planteó unirse a sus sesiones de trabajo. Como no podía ser de otra manera, la experiencia resultó magnífica. Tanto, que, pocos días después de finalizar su estancia con este grupo de élite, Miguel se proclamó campeón de España junior de triatlón. De momento, Guzmán Tafalla sigue sin desvelar en cuál de las dos disciplinas va a centrarse. Mientras pueda, asegura, las compaginará.
Aitana Crespo
La joven deportista alicantina (cumplirá 16 años en febrero) es toda una pionera. Ha aportado una nueva disciplina, la natación artística, al Proyecto FER. En 2019, logró dos medallas en pruebas colectivas (equipo y combo) en el Campeonato del Mundo infantil celebrado en Eslovaquia. En este año tan complicado, sólo ha podido disputar dos eventos. Ambos resultados reflejan su talento y proyección. En marzo, pocos días antes de la declaración del Estado de alarma, Aitana se despidió de la categoría infantil a lo grande: fue campeona en la modalidad individual tras imponerse a más de 300 rivales. En noviembre, y ya dentro de la etapa junior, la deportista alicantina rozó el podio (acabó cuarta) en la prueba de dúos del Campeonato de España.
Con respecto a 2021, la gran meta que se traza Aitana Crespo es ser convocada por la selección española para disputar los Campeonatos de Europa y del Mundo junior en las modalidades de equipo (8 componentes) y combo (10 componentes). A la espera de saber las fechas del Europeo, ya están claras las del Mundial (21-29 de agosto en Canadá). Y pensando en un futuro más lejano, la joven deportista alicantina aspira “a competir en todas las especialidades, la individual de “solo”, la de “dúo”, la de “equipo” y la de “combo”. El tiempo dirá hasta dónde puedo llegar y si puedo cumplir mi objetivo de ser una nadadora total, pero esa es mi intención”, concluye Aitana.
Marina Castelló
Sólo tiene 18 años (los cumplió en el mes de abril). Apenas ha podido competir durante este curso tan extraño y especial, pero los pocos eventos que ha disputado le han permitido exhibir su gran presente y mejor futuro. A finales de febrero, siendo junior de primer año y, por tanto, de las participantes más jóvenes, logró el oro en el Campeonato de España de la citada categoría de edad. Hace pocas fechas, el pasado 5 de diciembre, acabó quinta (es decir, rozó el podio) en el Nacional absoluto. Por contra, no tuvo excesiva fortuna y pagó su inexperiencia en el Europeo junior celebrado en Croacia, donde cayó eliminada en el primer combate.
Desde principios de año, Marina se ejercita en el CEAR de judo de Valencia, donde entrena bajo la atenta mirada de dos de sus máximos referentes: Sugoi Uriarte y Laura Gómez. La joven deportista alicantina destaca por su madurez mental, y por su garra y carácter en el tatami. Se considera “muy competitiva” y define al judo “como un acertijo, como un jeroglífico. Has de detectar los puntos fuertes y las carencias de tu rival para saber cómo atacarle y hacerte con el control del combate”, señala.