Segundo capítulo dedicado al regreso de las gimnastas del Proyecto FER a unos entrenamientos relativamente normales. Ayer, las protagonistas fueron Polina Berezina y Noa Ros. Hoy, turno para María Añó y Ana Gayán, dos deportistas que desarrollan su día a día lejos de la Comunitat Valenciana.
María Añó (Benicarló, 17 años) inauguró una nueva etapa deportiva a principios de este año. El pasado mes de enero, la gimnasta castellonense cambió el Colonial Sport de Alfafar por el Centro de Alto Rendimiento de León, uno de los focos de la rítmica española con más historia y tradición. “En León, me encuentro muy cómoda. Las instalaciones son espectaculares. Ahora, sólo deseo tener continuidad. Cuando empezaba a estar adaptada, la crisis del coronavirus me obligó a volverme a casa. Han sido dos meses complicados. Por mucho que lo intentáramos y que pusiéramos toda nuestra buena voluntad, entrenarnos en los domicilios particulares durante tanto tiempo es antinatural. Por ello, el reencuentro con el CAR de León en la última semana de mayo me generó una gran adrenalina. Volver a ver tapices, tarimas, los aparatos… fue como redescubrir la luz después de un tiempo de oscuridad”, señala María Añó.
La gimnasta de Benicarló vivió un 2019 de contrastes. Brilló de una forma especial en el Campeonato de Europa celebrado en Bakú, donde obtuvo la decimosexta plaza en la clasificación general, y donde rozó el pase a la final en el ejercicio de mazas. Esta gran actuación firmada en el certamen continental posibilitó que España lograra una plaza para el torneo individual del Europeo de 2020. Posteriormente, fue segunda en el Campeonato de España y acabó en la 39ª posición, de 100 participantes en el concurso general, en el Campeonato del Mundo, donde no ofreció el grandísimo nivel mostrado en el certamen continental.
De momento, la única competición internacional programada para 2020 es el Campeonato de Europa, evento que inicialmente estaba previsto para el mes de mayo en Ucrania y que ha sido reubicado a finales de noviembre. La rítmica española sólo podrá desplazar a Kiev una representante. “Claro que aspiro a ser la elegida. No obstante, ahora mismo, me trazo pequeños objetivos diarios: que el entrenamiento de hoy sea mejor que el de ayer, y corresponder a la atención de las entrenadoras y los preparadores físicos. Además, sólo con recordar los dos meses de pandemia en casa ya te motivas. Ya te estimulas. Y a medio plazo, por supuesto, y siempre y cuando se mantenga en el calendario, el gran objetivo es ser seleccionada para ir al certamen continental” apunta Año, quien no lleva especialmente mal “todo el protocolo de seguridad: cambio de zapatos al llegar al CAR, el uso de mascarilla y guantes durante la mayor parte del entrenamiento, el tener que controlarse permanentemente la temperatura y las pulsaciones, o el no poder salir apenas de la residencia. “Es un poco engorroso; pero, de momento, lo sobrellevamos”, señala la gimnasta FER.
Si Añó se reencontró con el CAR de León un 26 de mayo, Ana Gayán, componente del conjunto absoluto español de rítmica, volvió a pisar los tapices del CAR de Madrid el pasado 9 de junio. Es decir, tres meses justos después de verse obligada a abandonar la capital de España. “He perdido menos de lo que pensaba. Intuía que iba a estar peor. Donde peor me he visto ha sido a la hora de hacer los grandes saltos, porque este aspecto concreto es prácticamente imposible hacerlo en casa. Por lo demás, tanto en la condición física, en la concentración, en el manejo y control de los aparatos… me he visto relativamente bien. Pero, sobre todo, me quedo con la ilusión que me ha generado volver a entrenarme, y volver a compartir entrenamiento e ilusiones con todas mis compañeras”, comenta la gimnasta valenciana.
Al igual que las gimnastas individuales, el conjunto español conoció la pasada semana que el Campeonato de Europa se había reubicado a finales de noviembre y se mantenía en Ucrania. El combinado nacional no tuvo un buen año 2019. Ni en las Copas del Mundo ni en el Campeonato del Mundo. En este último evento, sólo pudieron ocupar la 17ª plaza, de 24 países, en la clasificación general, tras la ejecución de los dos aparatos. Al respecto, Ana Gayán se expresa en los siguientes términos. “Es cierto que el pasado año no se nos dio como nos hubiese gustado, pero este año estamos más motivadas que nunca y tenemos mucho margen de mejora. Sabemos que el Europeo, si finalmente se celebra, sólo concede un pasaporte olímpico en el torneo por equipos. Todo el mundo concede el favoritismo a Ucrania, que, además, compite en casa. Pero nosotras nos vemos con opciones, porque, repito, estoy convencida de que vamos a mejorar”, zanja Ana.