Durante los últimos tres días, hemos repasado en qué situación han quedado los diversos representantes del Proyecto FER que, por culpa de la pandemia del covid-19 y tras la paralización de todo el deporte mundial, no saben cuál es la hoja de ruta a la que atenerse de cara a los Juegos de Tokio del próximo año. En las tres jornadas anteriores, nos hemos ocupado del atletismo, del judo, de la natación, de la gimnasia, de la vela, del balonmano, del vóley playa y del baloncesto 3×3. Hoy, en este cuarto y último episodio, es el momento de centrarnos en el deporte adaptado, también arrollado por la crisis sanitaria mundial.
El Proyecto FER aspira a desplazar una amplia delegación a los Juegos Paralímpicos de Tokio en el verano de 2021. De momento, ya están clasificados 4 deportistas: el paratriatleta Héctor Catalá, por proclamarse campeón del mundo en 2019 en la categoría de discapacidad visual PTV1, y los atletas Héctor Cabrera, Kim López e Iván José Cano, por ser medallistas en el Mundial celebrado en Dubái durante el pasado mes de noviembre. Además, los futbolistas invidentes Sergio Alamar e Iván López Cuenta atesoran muchas opciones. Ponemos la lupa en el resto de casos:
Ciclismo
Tras protagonizar una asombrosa y vertiginosa transición desde la natación hasta el ciclismo, nadie duda de la presencia de Ricardo Ten en los Juegos Paralímpicos de Tokio. El longevo y casi incomparable deportista valenciano lleva tres años brillando encima de una bicicleta. Sobre el asfalto y sobre el velódromo. Sin ir más lejos, el pasado mes de febrero, en el Campeonato del Mundo de pista disputado en Canadá, uno de los pocos grandes eventos que aún pudieron celebrarse antes del parón en el deporte mundial, Ricardo logró dos oros, una plata y un bronce.
Se ha cancelado el último gran certamen internacional fijado en el calendario antes del verano: el Mundial de ruta (Holanda, 4-7 de junio). Las competiciones no se retomarán hasta que llegue el otoño. No obstante, nada hace temer que Ten afrontará en Tokio sus sextos Juegos Paralímpicos. Los primeros como ciclista. Más complicado lo tiene Maurice Eckhard. Aunque su oro mundialista en el scratch, obtenido en Canadá hace meses, le ha relanzado, su participación en la capital nipona es toda una incógnita.
Natación
Hace 4 años, en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, el Proyecto FER estuvo representado por cinco nadadores. No va a ser fácil repetir esta misma cifra en la cita de Tokio. Quien más opciones tiene es José Antonio Marí. Pocos días antes de que se instaurara el estado de alarma, el nadador valenciano, de 30 años, lograba la mínima B (es decir, el pasaporte virtual para Tokio) en el Open de Barcelona. En un principio, el periodo para para conseguir las marcas exigidas era del 31 de enero hasta 1 de junio. La última gran oportunidad se localizaba en el Campeonato de Europa, fijado en Portugal del 17 al 23 de mayo. El evento, como todos, también se ha suspendido.
Ahora, los nadadores FER con más o menos posibilidades de alcanzar los deseados pasaportes esperan conocer dos informaciones: primero, si se respetarán o se modificarán los registros exigidos antes de la irrupción del covid-19; y después, las nuevas fechas para lograr tales marcas. Entre los aspirantes a lograr las clasificaciones, David Levecq y Ariadna Edo albergan bastantes esperanzas. Por el contrario, más complicado lo tienen Eva Coronado, Enrique Alhambra, Sergio Martos y Manuel Martínez.
Fútbol 5 para ciegos
En tanto que campeona de Europa el pasado año en Roma, la selección española ya está clasificada para los Juegos de Tokio. En ese certamen continental, de los ocho jugadores invidentes que compusieron el combinado nacional, cuatro eran de la Comunitat Valenciana. Por extensión, los cuatro pertenecen al Proyecto FER 2020. Dos de ellos, Sergio Alamar e Iván López Cuenca, figuran en todas las quinielas del equipo que viajará a Japón en el verano del 2021. Además, tienen opciones Pablo Cantero y Vicente Aguilar. La selección española había diseñado todo un plan de preparación con la disputa de diversos torneos internacionales durante este año. Ahora, se verá obligada a rehacer todo este itinerario. No obstante, en este caso, ya está garantizado lo más importante: la presencia en Tokio.
