Unas visitas muy ilustres. La Fundación Trinidad Alfonso ha recibido hoy a los seis deportistas del Proyecto FER que, hace apenas un mes, se convirtieron en medallistas durante los Juegos Paralímpicos de Tokio. Héctor Catalá, Kim López, Ricardo Ten, Miriam Martínez, Héctor Cabrera e Iván José Cano Blanco (este fue el orden cronológico en el que llegaron los podios) han compartido con Juan Miguel Gómez, Director de la Fundación, los éxitos alcanzados en la capital nipona, y han expresado su deseo e intención de repetir estas conquistas dentro de tres años, en los Juegos de París 2024.
Durante este acto de homenaje, los seis deportistas han rememorado y rescatado las sensaciones experimentadas en Tokio. Todos ellos han coincidido en señalar sus logros como “especiales y emotivos” tras la incertidumbre y el sufrimiento que les generó la crisis sanitaria del covid-19. Y todos ellos han agradecido el apoyo económico y moral recibido desde la Fundación Trinidad Alfonso y desde el Proyecto FER en estos tiempos tan complicados. Aunque repitieron que fueron unos Juegos atípicos por las restricciones, la mera celebración del evento ya era un motivo de alegría. Además, la consecución de una medalla los convirtió en inolvidables.
El director de la Fundación Trinidad Alfonso transmitió la enhorabuena a todos los medallistas. “Este tipo de alegrías da sentido a lo que hacemos en la Fundación. Sabíamos que ibais a hacernos vibrar y que volveríais de Tokio con un botín muy importante. Podían ser cuatro, seis o, siendo muy optimistas, hasta 8. Al final, han sido seis, lo cual representa un magnífico balance y ratifica que la Comunitat Valenciana es uno de los territorios más fuertes de toda España en lo que se refiere al deporte adaptado. El Presidente de la Fundación, Juan Roig, está muy contento de vuestra actuación, está perfectamente informado y os traslada un mensaje de felicitación. Eso sí, de cara a París 2024, no solo quiere repitáis presencia; quiere que repitáis medalla. Así que a por todas en el nuevo ciclo olímpico para seguir haciendo más grande al Proyecto FER y, por extensión, al deporte valenciano”, expresó Juan Miguel Gómez.
El acto, que también contó con la presencia de Gabriel Melis, Director Técnico de la Federación d’Esports Adaptas de la Comunitat Valenciana, finalizó con la proyección de un emotivo vídeo y con la entrega, por parte de Juan Miguel Gómez, de una serie de obsequios a los deportistas. En concreto, unos cuadros personalizados que recogían los momentos mejores momentos vividos por los deportistas en Tokio.
Así se han expresado los seis deportistas:
Héctor Catalá: “Acabé la prueba completamente agotado, pero aún disfruto al recordarlo. Ahora, ya estoy pensando en nuevos retos. Tras los Juegos, mi rendimiento ha caído, pero no me canso de esto y ya pienso en el Mundial de noviembre, en Abu Dabi. Yo disfruto mucho con lo que hago. Es mi profesión y mi pasión».
Kim López: “El hecho de estar aislados en la Villa Olímpica, sin poder salir, sin tener más contacto que con la propia delegación española permitió que fuésemos una piña. En lo personal, lo dije y lo sigo creyendo: me veo capacitado para lanzar el peso por encima de los 18 metros y voy a seguir trabajando para que me salga en una gran competición. Mi idea era operarme de la rodilla nada más regresar de Tokio, pero no lo voy a hacer, ahora me encuentro muy bien como para estar seis meses parado”.
Ricardo Ten: “Una medalla en una prueba de equipos como la que conseguí en Tokio sabe muy bien. Tiene mucho de responsabilidad compartida, porque, si fallas, no te estás decepcionando a ti mismo, sino que hay un equipo detrás, unos compañeros que han dado el máximo y otros que se han quedado sin poder ir. Ahora vamos a intentar llegar a París. Cada año que pasa es más complicado, pero tengo confianza en lograrlo. Por lo menos, lo voy a intentar”.
Miriam Martínez: “Mi enfermedad volvió a aparecer justo tras la inauguración de los Juegos. Creí que no iba a ser capaz de competir. El día anterior, Kim y Héctor me estaban ayudando, incluso, a levantarme. Pensaba que iba a ser complicado lanzar. Durante la competición, no quise ni mirar a mis rivales, no quería saber nada hasta el final. Había llegado a lanzar 11 metros en los entrenamientos. Por ello, quiero volver pronto a una gran competición y mirar a los ojos a las mejores».
Héctor Cabrera: “Ha sido el año más duro de mi vida. He luchado contra una lesión muy grave y a contrarreloj para llegar a los Juegos Paralímpicos. Un mes antes de Tokio, le dije a mi entrenador que me dejaba el deporte. No tenía absolutamente ninguna confianza en mí y en mis posibilidades. He tenido que tirar de cabeza. Gracias a ello, en Tokio saqué mi mejor versión”.
Iván Cano: “Llegué a los Juegos y salté más que en toda la temporada. El estadio y la motivación de estar en una competición de ese calibre te empujan. Quiero luchar con los mejores y traerme el oro en París. Creo que valgo más que los 7,04m saltados en Tokio».