El judo sigue ganando presencia en el Proyecto FER. En la edición de 2017, el deporte de los yuko y los ippon ya es el segundo en contribución al equipo FER. Aporta 11 componentes. A rebufo de los históricos y emblemáticos Sugoi Uriarte y Laura Gómez, y de la incombustible paralímpica Mónica Merenciano, aparece un numeroso grupo de judocas ilusionados con asumir el testigo y seguir consolidando a la Comunitat Valenciana como uno de los núcleos de referencia en el territorio español. Al corto plazo, las principales esperanzas en la categoría absoluta están representadas por Isabel Puche, una murciana de 30 años, pero residente en Alicante desde el año 2005. Por edad, experiencia y trayectoria, Isabel es, en la actualidad, la opción olímpica más real y consistente. Tras no tener suerte en el Campeonato de Europa durante el mes de abril, sus esfuerzos se centran ahora en alcanzar el Mundial absoluto de finales de agosto en Budapest.
Con respecto al pasado año, continúa, por ejemplo, Ana Pérez Box. Durante este curso, concluye su etapa como judoca sub 23. Y quiere que a la tercera vaya la vencida. Quinta en 2015 y séptima en 2016, Ana se plantea como gran objetivo del ejercicio la consecución de una medalla en el Campeonato de Europa de la categoría. A finales de abril, además, demostró que sigue entre las mejores de España con la medalla de plata en el Nacional absoluto. Mientras, tras su incorporación el pasado año, también repite presencia Marc Sabater. El castellonense se ha visto penalizado y condicionado por las lesiones y los infortunios en las dos últimas temporadas. Para 2017, ya como senior en territorio doméstico, se muestra ambicioso. Aunque lo tiene complicado, no descarta clasificarse para el Europeo sub 23.
Quienes también continúan como integrantes del FER 2017 son tres féminas. Por edad, las tres siguen ostentando la condición de junior. Son Victoria Serrano, María Ortiz y Alba Gutiérrez. Las dos primeras han disputado ya su gran cita del año, el Campeonato de España de la categoría. Con distinta suerte. Mientras María se conformaba con el bronce, Victoria se proclamaba campeona nacional y ahora busca una nueva medalla internacional para estar durante el próximo mes de septiembre en el Europeo de la categoría que se celebra en Eslovenia. La situación de Victoria Serrano es casi idéntica a la del también alicantino Salvador Cases. Bronce en el Nacional junior, sus opciones de ir al certamen continental se han reactivado tras ser segundo en la Copa de Europa de La Coruña del pasado mes de mayo. Una nueva medalla en territorio foráneo la aseguraría su presencia en Eslovenia. Más complicado, casi imposible, lo tiene el alcireño Alberto Varela, a quien una lesión en el codo sufrida a principio de temporada le privó de luchar por el podio en el Campeonato de España junior, donde acabó quinto. No obstante, las voces más autorizadas hablan de Alberto como un valor muy prometedor para el futuro más inmediato.
La nómina de judocas que integran la quinta edición del Proyecto FER se completa con tres novedades femeninas. La más mayor es Irene Esteve. Campeona de España junior en 2016, la alicantina pasa este curso a la categoría absoluta el territorio nacional y a la división sub 23 a nivel europeo. Por último, el futuro más vibrante e ilusionante tiene dos nombres: Laura Torregrosa Pina, de Valencia, y, sobre todo, Mireia Rodríguez Salvador, nacida en la población alicantina de Castalla. Ambas tienen 16 años y todavía ostentan la condición de cadetes. A principios de mayo, revalidaban sus respectivas coronas nacionales. Quienes las conocen, hablan maravillas de ambas. De hecho, solo basta con repasar someramente la temporada de Mireia: ha disputado 8 competiciones y ha conseguido siete medallas. Parece indestructible. El futuro del judo valenciano está asegurado.