Menudo, liviano, ligero, tímido… Una primera impresión de José Quiles Brotons (Elda, 19/10/1997) lleva a pensar que puede practicar muchos deportes menos el que realmente desarrolla. Pero el alicantino (categoría de menos 56 kg) es de los que se transforma cuando ingresa en el ring. En su hábitat natural, experimenta una profunda metamorfosis. En primer lugar, “porque el boxeo es mi vida. Y después, porque voy a exprimirme hasta donde pueda y mis fuerzas me lo permitan para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, un objetivo difícil, pero en absoluto utópico. Es un regalo que quiero hacerle a mis padres por todo el apoyo prestado desde hace años. Y no pararé hasta conseguirlo o verlo imposible”, explica el nuevo componente del Proyecto FER.
José Quiles se inició en el boxeo a los 12 años. “Mi hermano mayor lo practicaba y quise seguir sus pasos”. Ese fue el origen de una carrera que, hasta la fecha, ha vivido su momento más esplendoroso con la medalla de bronce conquistada en el Campeonato de Europa absoluto de Ucrania en 2017. “Este es, sin duda, el logro más brillante que he alcanzado hasta la fecha. Difícilmente lo olvidaré. Sinceramente, fue toda una sorpresa”, reconoce el deportista eldense. Casualmente, también el pasado año, solo pudo ser quinto en el Europeo de su categoría, la sub 22. “Me considero un boxeador inteligente y bastante táctico. Ahora bien, tengo que mejorar los aspectos relacionados con la defensa y tengo que aprender a gestionar mejor los nervios antes de los combates”, explica José Quiles.
Le costó dar el paso, pero en 2015 abandonó su Elda natal para trasladarse al Centro de Alto Rendimiento de Madrid. “No es fácil separarse de amigos y familiares; pero, si quieres progresar y crecer, has de hacerlo en un lugar donde tengas los mejores medios y donde compartas entrenamientos con los mejores”. En Madrid, sus compañeros le llaman “El Alcalde”, un apodo cuyo origen es realmente curioso. “Mis compañeros de Madrid se hacían cortes de pelo muy raros. Yo era más clásico y menos atrevido (risas). Por ello, y por mi carácter más formal e introvertido, empezaron a llamarme como “El Alcalde”. No me molesta. Incluso, me hace gracia”, apunta el boxeador alicantino. Ahora bien, toda su seriedad saltaría por los aires si logra clasificarse para Tokio 2020. “Si consigo ser olímpico, soy capaz de muchas cosas. Por ejemplo, de hacerme un enorme tatuaje. Es una promesa que le he hecho a mis padres”, señala Quiles Brotons.
De momento, en este año 2018, ha alcanzado la medalla de bronce en el Campeonato de Europa sub’22 celebrado en Rumania. Una tercera plaza que estuvo bien cerca de convertirse en plata u oro. Perdió en semifinales tras un combate tremendamente disputado. Sin Europeo o Mundial absoluto en este ejercicio, José Quiles centra sus esperanzas en los Juegos del Mediterráneo de Tarragona, en los que aspira a subir al podio. Ya en julio, además, afrontará el Campeonato de España absoluto. Amante del tenis y del fútbol, siente una especial debilidad por Floyd Mayweather, el histórico boxeador estadounidense que terminó invicto su carrera. “Cómo no admirar a un deportista que no conoce la derrota en toda su trayectoria. Quienes llegamos a ciertos niveles, sabemos que eso es prácticamente imposible. Pues bien, Mayweather hizo posible lo imposible. Además, fue campeón del mundo en 5 pesos distintos; una auténtica barbaridad”, concluye José Quiles. El boxeador tranquilo.