Estar en unos Juegos Olímpicos o Paralímpicos es el sueño de cualquier deportista. Participar en una cita de esas características encumbra a unos pocos privilegiados. En el selecto club de quienes ya cuentan con más de una cita olímpica a sus espaldas, está José Antonio Marí (23/10/1988, Valencia), que ha sellado, en un alto porcentaje y de manera virtual, su presencia en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Con anterioridad, Marí ya compitió en Londres 2012 y Río 2016.
Durante el pasado fin de semana, el nadador valenciano consiguió la mínima B en los 100m mariposa S9 del Trofeo Internacional de Barcelona. Su marca, 1:01:66, le concede muchísimas posibilidades de estar el próximo verano en Japón. “La verdad es que tuve buenas sensaciones durante todo el evento. Era el campeonato que nos habíamos marcado para acércanos a la mínima A, aunque el objetivo real era la mínima B; es decir, casi seguro participaré en los Juegos de Tokio”, señala José Antonio.
Marí ya sabe lo que es alcanzar la gloria en unos Juegos Paralímpicos. En su primera participación, en Londres 2012, no pagó los nervios del debutante. Fue capaz de abstraerse de todo el ruido y presión que genera un certamen de esta envergadura y se colgó la medalla de bronce en los 50m libres S9. Además, rozó el podio en otras tres pruebas: los 100m libre, los 400m libre y los 100m mariposa S9. Cuatro años más tarde, en Río 2016, se quedó a una décima del oro en los 50m libre S9.
José Antonio afronta los Juegos de Tokio “con mucha ilusión”. Es perfectamente consciente de que el nivel de sus rivales ha aumentado durante los últimos años y de que la competencia es cada vez mayor, algo que no le hace arrugarse, sino crecerse. “En Río, me quedé a una décima del oro. Esa pequeña diferencia me privó de subir al podio. En este ciclo sabemos que el nivel es más duro y exigente; con todo, mi objetivo es meterme en las finales y una vez ahí, soñar. Sobre todo, en la prueba que estoy preparando de una forma especial, los 100m mariposa S9”, comenta.
Por último, Marí no se olvida del resto de nadadores FER que todavía están pendientes de conseguir las célebres mínimas. “Espero que vengan conmigo varios compañeros del Proyecto FER. Apuesto porque en Tokio seremos entre cuatro y cinco”, concluye, optimista, el deportista valenciano. A sus 31 años, José Antonio Marí es, sin duda, el gran abanderado de la natación paralímpica valenciana.