En los dos últimos años, el triatleta Javier Lluch se ha consagrado como una de las promesas más firmes del triatlón español. Su irrupción no es fruto de la casualidad. Su trabajo y esfuerzo diario le condujeron a lo más alto del podio europeo. En 2016, se proclamó campeón de Europa junior en Lisboa; y en 2017, se colgó la medalla de plata en el Europeo junior de Austria. Ahora, en 2018, se estrena en la categoría sub’23. Además, ha decidido cerrar su etapa en el CAR de Madrid, e iniciar una nueva aventura académica y deportiva en América.
Después de dos años pletóricos, ¿cómo estás viviendo el salto a la categoría sub’23?
Está siendo bastante duro y complicado. Es un cambio muy grande de junior a sub’23. Pero me lo estoy tomando con tranquilidad y con el objetivo de ir adquiriendo experiencia poco a poco.
No solo has cambiado de categoría, sino también de país. ¿Por qué decidiste irte a América a entrenar y a estudiar?
Yo quería cerrar mi etapa en la Blume y probar cosas nuevas. Entonces, como un amigo estudiaba en América, le pregunté y me lancé a la aventura. Estoy viviendo una bonita experiencia.
¿Cómo está siendo la adaptación, tanto en los estudios, como en lo deportivo?
Estoy muy contento. La adaptación ha sido muy rápida. Los horarios y la forma de entrenar son diferentes, pero estoy muy feliz porque me he acoplado perfectamente al sistema americano de estudios deportivos.
¿La planificación de competiciones europeas y nacionales va a influir al estar viviendo en América?
Quizás las nacionales, sí. Pero en el resto no, porque dependo de los criterios y competiciones que me marca la Federación Española y eso no me lo puedo saltar por estar viviendo fuera.
¿Qué retos te marcas para 2018 en tu estreno en la categoría sub’23?
Mi gran reto para este año es coger la mayor experiencia posible en las distintas pruebas en las que voy a competir. Y así, el próximo año tener opciones de disputar carreras de mi categoría.