Jairo Agenjo: tan menudo como gigante

Cómo dentro de un cuerpo tan menudo, chico y liviano puede esconderse un taekwondo tan completo, tan consistente, tan sólido, tan eléctrico. Cómo en una mente tan joven puede existir un comportamiento tan maduro, tan inteligente, tan serio. Son preguntas derivadas del asombro y el estupor que causa Jairo Agenjo. Una fascinación, una admiración, que ayer se multiplicaron hasta el infinito tras su nueva exhibición. El embajador FER sólo tiene 16 años. Es junior, categoría a la que seguirá perteneciendo en 2025. Sin embargo, este pasado miércoles 20 de noviembre no sólo compitió en el Campeonato de Europa sub-21; no sólo se enfrentó a rivales mucho mayores, con más experiencia, con más físico, con más altura, con más corpulencia; no sólo debutó en menos 54 kg en un gran torneo internacional. Ninguno de estos condicionantes se interpuso en su camino. Nada le impidió encumbrarse. No hubo obstáculo que imposibilitara su éxito. Jairo, rostro de niño, carácter indomable, se colgó una esplendorosa medalla de bronce. Apoteósico.

Ya lo había advertido en las horas previas. Cuando se le preguntaba por sus sensaciones al saber que iba a enfrentarse a contrincantes de más edad y experiencia, Jairo comentaba “miedo, no; si acaso, respeto. Además, el no ser favorito de inicio y no tener una excesiva presión, me puede beneficiar”, comentaba. Dicho y hecho. Jairo Agenjo (Villajoyosa, 16 años) ganó el primer combate y cogió carrerilla. Velocidad de crucero. Encadenó cuatro victorias, desde los treintaidosavos hasta los cuartos de final. En su segundo cruce, superó a un rival griego que este año se había proclamado campeón del mundo junior en menos 51 kg y llevaba imbatido los dos últimos años. En el tercero, se impuso a un ucraniano que conquistó el bronce en el Europeo absoluto del pasado mes de abril. Sólo cayó en semifinales ante el búlgaro Georgiev. Tras un combate durísimo y muy ajustado, salió cruz, aunque pudo ser cara.