El número 10 representa la perfección, la excelencia, la pulcritud. En el ámbito académico, un 10 significa la máxima recompensa. En el deporte rey, el fútbol, los mejores jugadores de la historia han lucido el dorsal 10. Según los pitagóricos, el 10 era sagrado por obtenerse de la suma de los cuatro primeros números (del 1 al 4), y por interpretar que simbolizaba la suma de los cuatro elementos de la creación: el agua, la tierra, el fuego y el aire. Y en términos coloquiales, utilizar la expresión “de diez” refleja total satisfacción, absoluta bendición, reconocimiento generalizado.
Durante 2024, el Proyecto FER ha contado con un deportista cuya temporada ha sido de 10. En lo cualitativo y, sobre todo, en lo cuantitativo. Jairo Agenjo Trigos (Villajoyosa, 16 años, segundo curso como junior) ha disputado en el ejercicio que ya acaba 10 torneos. Y ha hecho pleno. 10 de 10. El joven taekwondista alicantino ha ascendido al podio en todos los eventos en los que ha competido. Trayectoria impecable. Balance inmaculado. Empezó el 2 de marzo, con un bronce en el Open de Bulgaria, y concluyó este pasada sábado, 14 de diciembre, con una plata en el Gran Prix final, una especie de Campeonato de Europa junior, en Rumanía. Entre medias, una espectacular colección de metales de la que destacan dos grandes hitos: la plata conquistada en el Campeonato del Mundo, en Corea, y el bronce logrado en el Campeonato de Europa sub-21 en Bosnia.
La persona que coordina y prepara a esta auténtica perla del deporte valenciano es Juan José González Pastor, componente del programa FER Entrenadores y alma máter de Club Taekwondo Finestrat, entidad nacida en 2010. Sobre Jairo, éstas son sus palabras: “Es muy trabajador, muy constante. Posee un gran sentido de la disciplina, del sacrificio. Otra de sus virtudes es su capacidad de concentración. Y, sobre todo, es receptivo, sabe escuchar y plasmar en el tapiz todas las instrucciones que le transmitimos. También quiero subrayar sus condiciones físicas; especialmente su rapidez y explosividad. Es un purasangre”, señala Juan José González, conocido como ‘El Maestro’.
El caso de Jairo es digno de estudio. Cómo dentro de un cuerpo tan menudo y liviano (apenas mide 1,65m) puede esconderse un taekwondo tan completo, tan consistente, tan sólido, tan eléctrico. Cómo en una mente tan joven puede existir un comportamiento tan maduro, tan inteligente, tan serio. Son preguntas derivadas del asombro y el estupor que causan las evoluciones de Jairo en plena competición. Quizás, parte de la explicación se halle en la pasión que el deportista FER siente por el taekwondo. Una pasión que le lleva a ser perfeccionista, autoexigente. El resto lo aportan sus ingentes cantidades de clase y talento. Todo ello permite entender su meteórica progresión, su fulgurante crecimiento.
“Este curso ha sido impresionante. Realmente, nunca pensé que podría conseguir los resultados que he logrado. A la hora de elegir un éxito, me quedo, sobre todo, con la plata en el Campeonato del Mundo junior. Era el primer Mundial de mi vida y me hizo mucha ilusión. En cuanto a mi mejor combate del año, yo creo que fue la segunda ronda del Europeo sub-21. Superé a un rival griego que este año había sido campeón de Europa absoluto y llevaba dos meses invicto. Ahora, ya estoy muy ilusionado por empezar a competir en 2025 en torneos de categoría absoluta; en concreto en menos 54 kg de peso. Sé lo que me espera, pero estoy convencido de que puedo hacerlo bien. Si no al principio, seguro que sí con el paso de los torneos”, señala Jairo Agenjo. Un deportista de 10. Como su temporada.