De ellas, se conocían su capacidad, talento y expectativas. También todo tipo de éxitos nacionales. Sin ir más lejos, en este año 2015, las dos reforzaban sus hegemonías domésticas en sus respectivas modalidades con una autoridad incontestable. Fátima Diame (Valencia, 22/09/1996) había conseguido el doblete nacional en salto de longitud, tanto en pista cubierta, como al aire libre, en la categoría junior. Por su parte, Ariadna Edo (Castellón de La Plana, 01/07/1998) hizo acopio de medallas de oro, hasta 5, en el Campeonato de España de Natación Paralímpica por selecciones autonómicas celebrado en Alcorcón. Durante la pasada semana, sin embargo, ambas representantes del Proyecto FER afrontaban sus principales desafíos en 2015: brillar e irrumpir en las grandes competiciones internacionales. Y en ambos casos, el diagnóstico es el mismo. Prueba superada. Y con nota. Ambas se han graduado.
La medalla de bronce de Fátima Diame en el Europeo junior disputado en Suecia representa la constatación de sus enormes aspiraciones. Los grandes maestros del atletismo español utilizan expresiones como perla por pulir o diamante en bruto para referirse a la deportista del Valencia Terra i Mar. Para Rafa Blanquer, su mentor, “este bronce continental junior es un excelente resultado. El gran objetivo de la temporada de Fátima era subir al podio en Suecia. Haberlo conseguido nos supone una enorme alegría, tanto por la confirmación de su proyección deportiva, como por la demostración de saber gestionar la presión y la responsabilidad. Estamos muy contentos”, apunta Blanquer.
Mientras tanto, la protagonista del éxito, tímida y de pocas palabras, no oculta su felicidad por su primer gran triunfo a nivel internacional. “Esta medalla me sabe a oro, después de estar toda la temporada lesionada, con impotencia de no poder entrenar, me sabe a oro, aún no me lo creo. Además, constituye todo un refuerzo para creer en mí y para afrontar el futuro con más ambición”, señala la atleta FER.
La alegría de Fátima es casi idéntica a la experimentada por Ariadna Edo. A sus 17 años recién cumplidos, la nadadora castellonense se consagraba en la flor y nata de la natación paralímpica internacional con el bronce alcanzado en los 400 metros libres S13 (deficientes visuales) del Mundial de Glasgow. Una irrupción que ya había esbozado en el Open Internacional de Berlín del mes de abril, pero que certificó con todo su esplendor en la piscina escocesa.
Aquejada de la conocida como la enfermedad de Stargardt (distrofia macular juvenil) nada más cumplir los 9 años, practica la natación desde bien pequeña, aunque su mayor dedicación a este deporte es relativamente reciente. De hecho, todo se aceleró hace 2 años. Sus evoluciones en un campamento deportivo organizado por la ONCE maravillaron tanto a los monitores que le aconsejaron tomarse la natación más en serio.
A partir de ese momento, su progresión es imparable. Ariadna se muestra radiante con el bronce de Glasgow, “pero más incluso que con la medalla en sí, por haberme demostrado a mí mismo que todo el esfuerzo del día a día merece la pena, que puedo competir con las mejores y, sobre todo, que dentro de un año puedo estar en los Juegos de Rio 2016”, apunta la nadadora castellonense. Fátima y Ariadna, Ariadna y Fátima. Las eclosiones de dos jóvenes deportistas FER en el panorama internacional.