Todavía no ha alcanzado su ecuador, pero el año deportivo 2023 ya ha encontrado a uno de sus grandes nombres propios. A una de sus principales estrellas. Es Hugo Arillo Vázquez (Elche, 21 años), que hoy ha conseguido una espectacular medalla de plata en el Campeonato del Mundo de taekwondo, en Bakú. Hugo (menos 54 kg) ha firmado el torneo de su vida. Pese a no estar en plenitud de condiciones a causa de unas molestias en su rodilla derecha, el taekwondista ilicitano ha dado sobre el tapiz toda una lección de clase, de recursos, de talento. Pero también, de madurez, de inteligencia, de temple, de sangre fría. La plata sabe a oro. Sabe gloria.
Pese a su juventud, Arillo ya había acumulado muchos éxitos durante los últimos años. En 2021, por ejemplo, logró el oro en el Open de Polonia y la plata en el Open de Montenegro. En 2022, ganó el Open de Bulgaria, fue segundo en el Campeonato de Europa sub-21 y se colgó el bronce en el Open de Albania. Y desde que empezó 2023, su mejor resultado era el bronce alcanzado en la Copa Presidente Europa, celebrada en Turquía. Es decir, su palmarés ya es más que respetable. Sin embargo, a Hugo se le resistía un éxito sonoro. Una conquista en un evento de campanillas. Hasta la fecha, todos sus intentos en los Europeos y Mundiales absolutos, o en los Grand Prix habían resultado baldíos.
Este viernes 2 de junio de 2023 ha supuesto un punto de inflexión. Una fecha histórica. No sólo para la carrera deportiva de Hugo Arillo. También, por extensión, para el deporte de la Comunitat Valenciana. En el Mundial de Bakú, el taekwondista ilicitano ha firmado una competición sobresaliente. Casi, impecable. Ganó 5 combates. Algunos de ellos, de forma dramática, con desenlaces angustiosos, con resoluciones no aptas para cardíacos. Sobre todo, el segundo, ante un rival iraní que es campeón asiático, y el tercero, en octavos final, frente al brasileño Melo, bronce en el Mundial de 2022. Hugo alcanzó la excelencia en el cruce de semifinales, ronda en la que arrolló a un rival tan cualificado como es el turco Gorkem Polat. Ya en la gran final, con notables síntomas de cansancio, lo intentó por todos los medios, pero apenas tuvo opciones ante el coreano Tae-Joon Park. No obstante, el botín es maravilloso.
Con esta fantástica medalla de plata, Hugo Arillo suma una gran cantidad de puntos y relanza su candidatura olímpica. El billete para los Juegos de París sigue caro. En principio, el madrileño Adrián Vicente es la principal opción española en la categoría de peso de menos 58 kg. No obstante, todavía quedan muchos torneos por disputar y muchos puntos por distribuir. Sin ir más lejos, el próximo fin de semana, se celebra en Roma un nuevo Grand Prix. A finales de junio, llegarán los Juegos Europeos de Cracovia. Después del verano, dos Grand Prix más, en París y Taiwán. Por último, a principios de diciembre, tendrá lugar en Manchester el Grand Prix final, el evento con el que se cerrará la clasificación olímpica. Hugo Arillo ya estaba entre los mejores. Desde hoy, con la plata mundialista, ya es uno de los elegidos. Pero sigue siendo el chico estable, sereno, tranquilo y flemático de siempre.