Pocos días antes de disputar el Campeonato de Europa juvenil, Héctor Tolsá (Ontinyent, 16 años) comentaba su principal objetivo: disfrutar de un momento con el que soñaba desde pequeño, desde que empezó a practicar el triatlón. No obstante, ni en la mejor de sus fantasías imaginó el joven deportista valenciano un desenlace tan mágico como el vivido en la localidad francesa de La Baule. En su primera salida al extranjero, en su primera gran experiencia internacional, el componente del Proyecto FER no sólo se proclamó subcampeón de Europa. No sólo fue el segundo clasificado de los 74 participantes. Además, dio una lección de poderío, de clase, de condiciones… y de estrategia. Porque Héctor se colgó la plata gracias a sus espectaculares prestaciones en los tres segmentos, pero también exhibió un temple y una madurez impropias de su juventud. Supo leer la carrera en todo momento. En pleno fragor de la batalla, tomó las mejores decisiones. La guinda al pastel fue su primoroso sprint en los últimos 100 metros. Portentoso.
Casualidades de la vida, Héctor estuvo a punto de no acudir a este Campeonato de Europa juvenil. El pasado mes de mayo, en la prueba clasificatoria, y tras un cúmulo de infortunios médicos y personales, el joven triatleta de Ontinyent no pudo acabar entre los dos primeros. Sin embargo, a mediados de agosto, recibió una grata noticia. Finalmente, la Federación Española disponía de una plaza más para el evento continental y repescaba a Héctor Tolsá. Bendita carambola. “Yo acudía a este Europeo con muchas incógnitas. La única certeza es que me encontraba muy bien; pero, al ser mi primera gran competición internacional y no saber realmente qué me encontraría, desconocía que pasaría. Pero el balance es impresionante. Muy por encima de lo previsto. En el futuro, espero vivir muchos momentos como el del pasado fin de semana, pero este éxito no lo olvidaré en la vida”, comenta el joven deportista valenciano, que también logró el bronce con el cuartero español en la prueba de relevos mixtos.
Acostumbrado a ganarlo todo, Héctor Tolsá necesitaba un resarcimiento. El triatleta FER no había acabado satisfecho ni en la prueba clasificatoria para este Campeonato de Europa, ni tampoco en el Campeonato de España distancia sprint, celebrado a principios de septiembre en Banyoles y donde tuvo que conformarse con la segunda plaza. La redención ha llegado por todo lo alto. “En gran medida, por mi grandísimo rendimiento en natación. Nadé muy bien en la semifinal, y aún mejor en la final. Si salgo del agua bien colocado, tengo mucho ganado, porque mis puntos fuertes son los tramos de ciclismo y de carrera a pie. Justo lo que ocurrió en Francia”, señala Héctor.
Al margen de sus extraordinarias condiciones deportivas, la medalla de plata en el Europeo juvenil también llegó gracias a su inteligencia, a sus buenas decisiones. Por ejemplo, optó por no escaparse con un francés en el tramo de ciclismo y refugiarse en el grupo principal. O, por ejemplo, en la segunda parte de la carrera a pie, decidió perder unas cuantas posiciones “para recuperar fuerzas. En cierto modo, tenía que ‘esconderme’ y, sobre todo, dosificarme para llegar con opciones al sprint. Los últimos 100 metros fueron una locura. Casi ni me notaba las piernas, pero la opción de lograr una medalla en mi primer Campeonato de Europa pudo con todo. Ahora, es cuando pienso que ha valido la pena estar de concentración en Sierra Nevada durante todo el mes de agosto”, rememora, todavía emocionado seis días después, el deportista FER.
Cabe recordar que Héctor Tolsá es juvenil de primer curso. Es decir, era de los más jóvenes en el Campeonato de Europa, lo cual concede más valor a la plata continental. Antes de tomarse unas merecidas vacaciones, el joven triatleta de Ontinyent todavía disputará el Campeonato de España juvenil distancia súper esprint. Será en Cartagena el sábado 1 de octubre. “Me gustaría cerrar el año con un oro nacional. Vamos a por ello”, señala Héctor. Otro diamante. Otra promesa de la inagotable cantera del triatlón valenciana.