El destino, siempre caprichoso, ha querido que dos de las grandes esperanzas de medalla de las delegaciones española y valenciana en los Juegos Paralímpicos de Tokio compitan el mismo día. Casi a la misma hora. Esta próxima madrugada promete fuertes emociones. Para empezar, a la 01:30, Héctor Catalá afrontará la prueba de paratriatlón en la clase PTV1. Acto seguido, y sin solución de continuidad, a las 02:30, turno para Kim López en la final directa del lanzamiento de peso F12. Ambos optan muy claramente al podio. Incluso, pueden soñar con el escalón más alto. No en vano, Héctor se proclamó campeón del mundo en 2019. No en vano, Kim López fue campeón de los Juegos de Río 2016 y ostenta el actual récord del mundo. En suma, los dos deportistas del Proyecto FER nos invitan a trasnochar.
Héctor Catalá (Serra, 33 años) será uno de los 10 participantes en la prueba de paratriatlón PTV1 (discapacidad visual). El deportista valenciano sabe, desde agosto de 2018, que su modalidad pasaba a formar parte de la agenda de competiciones de los Juegos Paralímpicos. A partir de ese momento, su objetivo y su foco se centraron, por completo, en Tokio. Han sido tres años de intensa preparación y, sobre todo, de brillantes resultados. En ese mismo 2018, alcanzó la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo celebrado en Gold Coast, Australia. En 2019, ascendió al podio en los 5 eventos internacionales que afrontó. Por encima de todos, sobresalió el oro en el Mundial desarrollado en Lausana, Suiza. Por todo ello, Héctor Catalá es uno de los grandes favoritos en Tokio.
“Posiblemente, el inglés Ellis se encuentre en un escalón por encima de todos los competidores. Después, figuramos un ramillete de tres o cuatro participantes que estamos tremendamente equilibrados y que, en principio, vamos a disputarnos las otras dos plazas del podio. Creo que la carrera será muy igualada y que se resolverá por pequeños detalles. No obstante, siempre lo digo, ni firmo la plata, ni firmo el bronce, ni renuncio al oro. Espero hacerlo muy bien. Después, la carrera nos pondrá en nuestro sitio”, apunta Héctor, quien también se refiere al trazado del circuito, y a la humedad y al calor imperantes: “Hubiera preferido otro tipo de recorrido, no tan llano. Un poquito más exigente. Pero, por encima de ello, considero que lo que va a marcar mucho más el desarrollo y el desenlace de la prueba son las condiciones climatológicas. Creo que lo hemos entrenado bien. Durante las últimas semanas, hemos tenido algunas sesiones muy duras. Espero que este trabajo nos permita asimilar las duras condiciones que vamos a encontrarnos en Tokio”, explica el deportista de Serra.
Por su parte, Kim López (lanzamiento de peso F12, discapacidad visual) se dispone a defender en Tokio el oro alcanzado en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. A partir de aquel momento, el atleta de Silla se mantuvo en la vanguardia internacional, pero sin la brillantez deseada. Por ejemplo, fue en bronce en el Mundial de Londres 2017, conquistó la plata en el Europeo de Berlín 2018 y obtuvo otra plata en el Mundial de Dubái 2019. Y en todos estos certámenes, con marcas más bien discretas. También hay que tener en cuenta que Kim López (Silla, 32 años) convive, desde abril de 2018, con una seria lesión. Hace ahora casi 40 meses, el deportista FER sufrió una caída en pleno entrenamiento que le provocó la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. En ese momento, a dos años vista de los Juegos y con un Mundial en 2019, decidió no operarse.
Sin embargo, en 2021, ha regresado la versión más potente y exuberante de Kim López. En febrero, en Motril, Granada, el lanzador FER proyectó el peso hasta los 17,22m, un registro asombroso que suponía récord del mundo, pero que no fue homologado por no notificar la presencia en este evento en tiempo y forma. Poco después, a principios de junio, el atleta valenciano se proclamaba, nuevamente, campeón de Europa. Además, esta vez sí, con plusmarca universal incluida, 17,02m, cifra que pulverizaba los 16,69m que, hasta ese momento, ostentaba como récord mundial el ucraniano Danyliuk. Y hace menos de dos meses, el pasado 7 de julio, durante un control federativo en Gandía, ciudad en la que se entrena diariamente bajo la supervisión y coordinación de Juan Vicente Escolano, volvía a hacer otro imponente lanzamiento de 17,10m, marca que, en todo caso, tampoco ha sido reconocida.
“Creo que llego en mi mejor momento de forma. Y me encuentro confiado y optimista. Ahora, solo hay que cruzar los dedos para que estas buenas vibraciones se plasmen en el momento de la verdad. Sin duda, aspiro a retener el oro conseguido hace cinco años en Río de Janeiro. No hay otro objetivo”, comenta, para concluir, Kim López.