El fenómeno Ricardo Ten crea escuela. Es contagioso. Ejerce de espejo, modelo y referencia para otros exponentes del deporte adaptado. Especialmente, del deporte adaptado en la Comunitat Valenciana. El último ejemplo de polivalencia y reinvención lo protagoniza Héctor Catalá. El laureado paratriatleta de Serra aparca, por unas fechas, su especialidad para vincularse al ciclismo. Además, se sube a una bicicleta con motivo de dos eventos del máximo nivel internacional. Ambos, en Canadá. En primer lugar, una Copa del Mundo (del 5 al 7 de agosto). Después, el Campeonato del Mundo (del 12 al 14 de agosto).
Para Héctor Catalá, de 34 años, la etapa posterior a los Juegos Paralímpicos de Tokio no resultó fácil. “Por diferentes motivos, la transición entre la conclusión de Tokio y el inicio del nuevo ciclo fue más complicada de lo que pensaba. Una cierta saturación mental afectó, directamente, a mi día a día deportivo. Así se reflejó en el Campeonato de Europa, celebrado en Polonia a finales de mayo, donde el resultado alcanzado estuvo muy lejos del deseado”, explica el deportista FER, quien añade: “Regresé de Polonia con malas sensaciones. Con la moral, tocada. Casualmente, a la semana siguiente, se desarrollaba en Valencia el Nacional de ciclismo adaptado en ruta. Lo vi como un aliciente. Como una oportunidad para, en cierto modo, suavizar la frustración que me dejó el Europeo de paratriatlón. Obviamente, el ciclismo no es un deporte que me resulte ajeno y desconocido. Me lancé a disputar el Campeonato de España y se me dio bien. Gané la prueba de tándem formando pareja con un gran guía y compañero, el murciano Eloy Teruel”, rememora Catalá, ejemplo de como un momento de angustia puede deparar nuevas enseñanzas y aprendizajes.
Esa incursión, satisfactoria y gratificante, con el ciclismo representó una especie de terapia para Héctor Catalá. Un motivo para redescubrir el optimismo y la ilusión. Según reconoce el propio deportista FER, desde ya hace tiempo, el ciclismo era algo más que un simple contenido de su deporte de referencia, el paratriatlón. Siempre le había llamado la atención. Pocos días después del Campeonato de España, recibió la llamada del seleccionador español. Félix García Casas le tanteó de cara al Campeonato del Mundo y le animó a probar fortuna. “Me atrajo la idea. Tras hablarlo con el Comité Paralímpico, estuve concentrado con la selección española a finales de julio en Tarancón, Cuenca. Fue todo bien y ahora, aquí estoy, en Canadá, a punto de afrontar mis primeras grandes carreras internacionales con una bicicleta”, señala el deportista de Serra, quien competirá en la clase MB, y cuyo guía y compañero volverá a ser, al igual que en el Nacional disputado en Valencia, Eloy Teruel.
Pese a esta aventura con el ciclismo, Héctor Catalá quiere dejar clara su intención de dar prioridad al triatlón. “Yo, ante todo, me considero paratriatleta. Así va a ser en los próximos meses. Ya que hemos dado el paso, vamos a intentarlo hacerlo muy bien en este Mundial de ciclismo en Canadá. No obstante, mi principal objetivo del año sigue siendo el Campeonato del Mundo de paratriatlón, prueba que se celebrará en Abu Dabi en el mes de noviembre. Antes, a principios de septiembre, disputaré la Copa del Mundo de Alhandra, en Portugal”, explica Héctor, el deportista metódico y perfeccionista. Siempre ha sido polivalente. El triatlón así lo atestigua. Desde ahora, mucho más.