La larga espera llega a su fin. Tres años después de su última gran experiencia internacional, Guillem Ferrando (Benifairó de la Valldigna, 19 años) volverá a disfrutar de un gran evento con la selección española. El joven base del Valencia Basket ya está preparado para afrontar el Campeonato del Mundo sub-19 (Riga, Letonia, del 4 al 13 de julio). En 2018, fue partícipe de la medalla de plata del combinado nacional en el Europeo sub-16 que se disputó en Serbia. En 2019, no fue convocado para el Europeo sub-18. En 2020, la pandemia impidió la celebración de todos los campeonatos previstos en el calendario. Y, por fin, en 2021, regresa a una gran competición. En la primera fase, España compartirá grupo con Argentina, Francia y Corea. Tras una liguilla, los cuatro equipos pasan a los cruces de octavos de final.
Creo que somos un equipo bastante completo y compensado. No obstante, uno de nuestros puntos fuertes es la defensa. Forzar las pérdidas del equipo rival y cerrar el rebote defensivo nos permite correr y hacer transiciones rápidas. Ahí somos muy peligrosos. Además, el ambiente entre nosotros es muy bueno, lo cual siempre suma.
Aunque desconozco por completo el nivel del resto de las selecciones participantes, España siempre es un potencial aspirante a podio en cualquier competición internacional de baloncesto. En esta ocasión, no va a ser menos. Asumimos el reto y la responsabilidad, y vamos a por todas.
Muchas veces, sí. Y no me canso de verlo. Aquel éxito resultó histórico, impresionante. Esa generación de jugadores es casi irrepetible. Han sido y siguen siendo un ejemplo para todos. Ya digo, aquel éxito de 1999 lo he visto en repetidas ocasiones y posiblemente lo volveré a recordar antes de que se inicie el Mundial. Como motivación y refuerzo anímico, me vendrá fenomenal.
Hacia un buen jugador de equipo, que no es egoísta, que organiza los ataques con criterio, que intenta siempre sacar ventaja de los bloqueos directos, que comparte la bola y que no se arruga en los momentos difíciles. Sé que tengo que mejorar en aspectos defensivos, en el tiro y, sobre todo, en mantener la concentración durante los 40 minutos.
Siempre. Valencia Basket es mi club, es la entidad de la que soy socio desde muy pequeño y en la que espero triunfar. Mi sueño es llegar al primer equipo, consolidarme como un jugador de club y conseguir grandes hitos deportivos. Siempre lo digo, me emociono con la posibilidad de protagonizar éxitos y partidos épicos como los que he disfrutado tantas veces desde la grada.