Todo transcurre muy deprisa en la vida deportiva de Ana Navarro (Alicante, 20 años). Tanto, como la rapidez que exhibe, día a día, en su deporte, el remo. Tan meteórica, tan exponencial, tan vertiginosa ha sido su progresión durante los últimos meses, que, ahora, se encuentra a las puertas de su primer Campeonato de Europa absoluto (del 11 al 14 de agosto, en Múnich). “A principios de este año, siempre piensas y te ilusionas con estar en los grandes eventos internacionales, pero, sinceramente, pensaba que esta oportunidad no llegaría tan pronto. Gracias a una gran compenetración con mi compañera, la sevillana Rocío Laó, y a un crecimiento que nos ha sorprendido a nosotras mismas, hemos recortado los plazos y estamos compitiendo en los torneos más relevantes del año”, comenta la deportista FER, especializada en la prueba de doble scull ligero (dos componentes y dos remos para cada una de ellas).
El punto de inflexión en la trayectoria de Ana Navarro llegó en la semana que transcurrió entre el 18 y el 22 de abril. Sus excelentes prestaciones en una serie de controles internos organizados por la Federación Española le abrieron, de par en par, las puertas del equipo nacional absoluto. Antes de aterrizar en el inminente Campeonato de Europa en Múnich, Ana Navarro se ha sometido a ensayos de calidad. La remera alicantina ha estado presente en dos Copas del Mundo absolutas. Dos pruebas de fuego de las que ha extraído muy buenas conclusiones. A finales de mayo, disputó la Copa del Mundo de Belgrado. Hace prácticamente un mes, del 8 al 10 de julio, compitió en la Copa del Mundo de Suiza, torneo que reunió a una gran participación. Más allá de las posiciones ocupadas, lo más esperanzador es su mejoría, progresiva y sostenida, y sus permanentes bocados al crono.
“Cada vez estamos más cerca de cubrir los 2.000 metros en menos de 7 minutos. En la Copa del Mundo de Suiza, ya rozamos rebajar esa frontera. Estoy convencida de que lo vamos a conseguir en el Campeonato de Europa. Las mejores son capaces de hacer las regatas en torno a los 6 minutos y 50 segundos. Para Rocío y para mí, esos cronos son, todavía, muy difíciles de alcanzar, pero sí veo muy factible romper la barrera de los 7 minutos. Si somos capaces de lograrlo, estaríamos rozando la final A. No obstante, lo más normal y realista es acabar en la final B. Y una vez en esta final B, ser las primeras o las segundas. Es decir, teniendo en cuenta que en la final A compiten 6 parejas, nuestra aspiración es ocupar la séptima o la octava plaza en la clasificación global”, explica Ana.
Cuando concluya, el día 14 de agosto, su participación en el Campeonato de Europa, Ana Navarro no podrá tener vacaciones. “En cuanto volvamos de Múnich, nos iremos un mes a Banyoles para preparar el Mundial absoluto, que se celebra del 17 al 25 de septiembre en la República checa. Me hace mucha ilusión competir en estos dos súper eventos y de medirnos a las grandes potencias internacionales. A Italia, a Polonia, a Alemania y a Francia, por lo que respecta a Europa; y a China, Nueva Zelanda o Australia, en cuanto al resto del mundo. Estoy muy motivada e ilusionada. Me dicen esto en marzo y no me lo hubiera creído”, comenta Ana Navarro, inmersa en una especie de sueño. Que nadie la despierte.