Durante las últimas dos décadas, la Comunitat Valenciana ha sido uno de los territorios que más alegrías y éxitos ha aportado al deporte adaptado español. Tal preponderancia se ha debido, en gran medida, a dos figuras legendarias, casi irrepetibles: los prolíficos David Casinos y Ricardo Ten. Más recientemente, han brillado otros nombres propios. Dos de ellos son Enrique Alhambra Mollar y Héctor Catalá Laparra. El primero, un nadador de apenas 20 años, representa la juventud, la pujanza, el relevo. El segundo, un triatleta de 36, personifica la resistencia, la longevidad, la persistencia.
Casi seis meses después, Enrique Alhambra se sigue emocionando con la gesta lograda en los Juegos Paralímpicos de París. El joven embajador del Proyecto FER se entronizó en la capital francesa con la obtención de dos medallas. Sobre todo, con el bronce alcanzado en los 100m mariposa S13 (clase de discapacidad visual), podio que llegó tras una antológica remontada en el segundo tramo de la prueba. Jornadas más tarde, llegó otro bronce; en este caso, en el relevo 4 x 100m libres mixto. De esta manera, Enrique Alhambra confirmaba la irrupción que había protagonizado un año antes. Durante el verano de 2023, el nadador valenciano ya había deslumbrado en el Campeonato del Mundo. En Manchester, sede del certamen universal, conquistó dos metales: una plata en los 100m espalda y un bronce en los 100m mariposa. Enrique Alhambra ya no es una promesa. Se ha convertido en una realidad.
“En el futuro, espero lograr muchos más éxitos y medallas, pero posiblemente ninguna tenga el valor, el significado y la emoción del bronce conseguido en los Juegos de París. Ya ha pasado medio año, pero me sigue viniendo a la cabeza ese momento con mucha frecuencia. Nunca imaginé un estreno así en unos Juegos Paralímpicos”, comenta Kike Alhambra, quien ya prepara con mimo la nueva temporada. Habrá que esperar hasta finales de septiembre para la celebración del gran evento que ofrece la natación adaptada en 2025: el Campeonato del Mundo. “En Singapur, el objetivo no puede ser otro que repetir el podio de París. Y no sólo lo quiero intentar en los 100m mariposa S13; también, en los 100m espalda S13. Soy consciente de que mis rivales de los últimos años, el ucraniano Virchenko, el ruso Boki y el francés Portal son durísimos, pero ya he demostrado que puedo estar a su mismo nivel. Y creo que yo aún tengo margen de mejora. La verdad es que el Mundial de este año me resulta apasionante”, indica Alhambra.
Toda la euforia que Enrique Alhambra experimentó en París se convirtió en amargura para Héctor Catalá. El triatleta adaptado del Proyecto FER fue víctima de un penoso percance. Durante el segmento de ciclismo, a Héctor y a su guía, el balear Carlos Oliver, se les salió la cadena de la bicicleta. Rápidamente, con las pulsaciones aceleradas y los nervios disparados, trataron de resolver la avería mecánica, pero sólo unos segundos después, y, muy posiblemente, como consecuencia de la ofuscación, un tropiezo con una acera al trazar una curva dio con sus huesos en el suelo. En ese momento, ya fue imposible retomar la competición. La bici quedó maltrecha. El ánimo, destrozado. El contratiempo, además, llegó en plena recuperación. Tras haber acumulado un cierto retraso en el tramo de natación, Héctor Catalá y su guía estaban protagonizando una gran remontada. Todavía quedaba mucha tela que cortar, pero la opción de alcanzar el podio tomaba cuerpo.
Curiosamente, el calendario se convirtió en el mejor aliado para Héctor Catalá. Sólo unas semanas más tarde, le esperaban el Europeo y el Mundial. En el certamen continental, se colgó un bronce. En el universal, fue cuarto y rozó el podio. Es decir, volvió a mostrarse competitivo. Por todo ello, el triatleta paralímpico de Serra ha decidido continuar. “Mi idea es continuar todo el ciclo e intentar llegar a Los Ángeles 2028. Me siento capacitado para cubrir todo este periodo. Pero si veo que no estoy a la altura, no tendré problema en reconocerlo y en abandonar. Además, ahora me genera una gran ilusión empezar una nueva etapa con Diego Méntrida, mi nuevo guía. Llevamos poco tiempo, pero las vibraciones, tanto en lo deportivo como en lo personal, son muy positivas. Son muchos los motivos para pensar que todavía tengo cosas que decir”, comenta Héctor Catalá, que no afrontará la primera competición oficial de 2025 hasta el mes de junio.